Las puertas transparentes son especialmente favorables para personas con discapacidad auditiva.
Si se utiliza vidrio en las puertas, éste debe ser de seguridad y se señalizará convenientemente.
Las manillas, tiradores y pestillos deben tener un diseño ergonómico y poder ser manipuladas con una sola mano o con otra parte del cuerpo.
Su forma debe ser redondeada y suave.
Los pomo giratorios deben evitarse, pues son muy difíciles de manejar para muchas personas.
En el caso de puertas correderas, además de la amplitud recomendada, será necesario empotrar las guías en el suelo o ubicarlas en la parte superior.
Así se evitan posibles tropiezos, por la existencia de escalones o desniveles.
La dimensión ideal de las puertas de la vivienda debe ser de al menos 80 cm para facilitar el acceso con sillas de ruedas o andadores.
Sin embargo, estas dimensiones pueden variar en función de las necesidades de cada persona.