Lo primero que debemos decidir es si abrimos la puerta hacia afuera o hacia adentro. Por supuesto, depende de dónde miremos. Lo más sencillo es, sin duda, en el caso de la puerta de entrada, porque aquí está claro: si estamos fuera, en el hueco de la escalera o en la calle, y la puerta se abre al pasillo, es hacia dentro, y si estamos tirado hacia nosotros, es hacia afuera.
La otra pregunta principal de abrir la puerta, ¿es derecha o izquierda? Bueno, ese es el punto en el que mucha gente se confunde. Después de todo, ¿desde qué dirección debes decidir si estar a la derecha o a la izquierda? Si estamos afuera, esta mitad será el lado izquierdo, y si estamos adentro, el otro lado será… incomprensible. Y no es nada complicado. Piense en las ventanas: ¿cómo determinamos si se abren hacia la derecha o hacia la izquierda? Por supuesto, estando dentro de él, en la habitación, y abriéndose hacia adentro, tirando hacia nosotros.
Si las bisagras están a la derecha, estamos hablando de una ventana a la derecha, y si está a la izquierda, estamos hablando de una ventana a la izquierda. Bueno, usamos el mismo método para las puertas. Esté siempre del lado de tirar de la puerta hacia usted, abriéndola en nuestra dirección. Si el lado derecho encaja en la carcasa, es el derecho, mientras que si el lado izquierdo, tenemos una puerta izquierda. Es así de simple.
Sin embargo, dado que ahora somos libres de elegir qué dirección preferimos, es recomendable pensar en cómo sería más práctico. Esto se debe principalmente a la distribución de la sala. Lo mejor es que la puerta no impida, por ejemplo, el encendido de la electricidad, no coincida con el sentido de apertura de otra puerta, y además tengamos acceso a una percha, un zapatero o los armarios empotrados en el sala. Así que aquí decidimos basándonos en cómo nos resultaría más cómodo.
Dentro de la propiedad, ya no hay una restricción sobre dónde debe abrirse la puerta, por lo que aquí debe decidir claramente en función de cómo sería más ventajoso. Si es una habitación más grande y una más pequeña, es mucho mejor si la puerta se abre hacia la habitación más grande, ya que esto no le quitará el valioso espacio a la más pequeña. Si por el contrario se trata de un lugar céntrico, como el salón, desde el que dan varias puertas, conviene diseñarlas de tal forma que el sentido de apertura sea uniforme, ya que es mucho más estético.