Barreras sociales
Las barreras sociales en discapacidad son aquellas que dificultan las relaciones personales y que provocan sentimientos de exclusión.
Así lo define la Confederación Plena Inclusión que, además, añade que las falsas creencias sobre la discapacidad y el desconocimiento provocan que las personas sientan pena o compasión, algo que produce rechazo y tristeza en las personas con discapacidad, porque quieren ser tratadas como iguales y que nadie les tenga lástima.
Barreras físicas
Las barreras físicas en discapacidad son aquellas que dificultan la movilidad y los desplazamientos.
Desde los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) exponen como ejemplos determinadas pruebas (como las mamografías) que pueden no adaptarse a aquellas mujeres que están en una silla de ruedas (porque deben ponerse de pie).
Igualmente, aceras estrechas que estén ocupadas por una terraza o rampas en la calle bloqueadas por coches aparcados donde no deberían son otro tipo de barreras con las que se lidia a diario.
Barreras de comunicación
Otra de las barreras en discapacidad son las relacionadas con la comunicación.
Aquellas personas que tengan problemas de visión o de audición, pueden encontrarse con situaciones muy complicadas en su vida diaria.
Por eso, en los centros de salud, por ejemplo, incluir mensajes en vídeo que contengan subtítulos y ofrecer información por escrito adaptada con textos más grandes que sean leídos con mayor facilidad son medidas que se pueden adoptar.
No obstante, estas deben trasladarse a otros ámbitos para mejorar la inclusión de las personas con discapacidad que, como mencionamos al principio, son más de 4 millones.
Barreras culturales
Las barreras culturales pueden impedir la inserción laboral de las personas con diferentes tipos de discapacidad.
Los prejuicios sobre su desempeño laboral, el desconocimiento sobre los tipos de discapacidad que existen y las herramientas que hay para poder facilitar la inclusión, así como la sobreprotección o la total indiferencia (dos situaciones contrarias que se pueden producir) son barreras culturales con las que lidian muchas personas.
Barreras arquitectónicas
Los CDC también comentan que hay barreras arquitectónicas que hacen que sea más difícil el día a día de las personas.
Un ejemplo es la falta de rampas en la entrada de algunos edificios, lo que dificulta poder acceder a ellos.
Asimismo, también no todos los transportes públicos están adaptados para que las personas con discapacidad accedan.
Por lo tanto, es todavía un reto superar todas estas barreras en discapacidad que continúan siendo un gran problema.