El trabajo inclusivo es aquel que busca o genera mecanismos necesarios para que se cree un espacio seguro y las personas se sientan partícipes de una organización. Construir un espacio de trabajo inclusivo conlleva aceptar e integrar la diversidad en la cultura organizacional, no solo como un proyecto. La inclusión laboral persigue generar igualdad de oportunidades en torno a la plantilla de una empresa. Aunque el término se utilice, mayormente, para hacer referencia a la inserción laboral y la igualdad de oportunidades con respecto a personas con discapacidad, este concepto abarca otras razones de exclusión como etnia, religión o, incluso, orientación sexual. Una regla fundamental para considerar la inclusión laboral en una organización es tener en cuenta la diversidad de toda la plantilla y, para ello, es importante que existan oportunidades para todos desde el punto de vista de la equidad. Creemos fuertemente que la diversidad y la inclusión son motores de innovación y éxito empresarial, y por ello trabajamos para crear un entorno laboral en el que todas las personas se sientan valoradas, respetadas y empoderadas para alcanzar su máximo potencial.
Concienciarse acerca los tipos de diversidad que pueden darse en el ámbito laboral es fundamental, así como observar y escuchar a los empleados, conocer bien a los empleados, preguntarles cómo se sienten con respecto al sentido de pertenencia y valorarlos individualmente. Establecer indicadores y medir pueden ser sobre igualdad de salarios por el mismo desempeño, ascensos, percepciones de los empleados, etc. Ofrecer a todos las mismas oportunidades es esencial en un lugar de trabajo inclusivo.