Cuando se daña el control remoto o no se cuenta con pilas en buen estado para colocarlo a funcionar, una alternativa viable es usar el celular ya sea Android o iPhone como mando a distancia y así seguir disfrutando del televisor inteligente o Smart TV. Los dispositivos móviles se han convertido en herramientas multifuncionales que van mucho más allá de hacer llamadas o enviar mensajes de texto. A través de una aplicación determinada para cada marca de televisor se puede controlar y acceder a diferentes contenidos. Con unos pocos pasos sencillos, cualquier persona puede transformar su celular en un mando a distancia, facilitando la navegación por los menús, el acceso a aplicaciones de streaming, e incluso el control del volumen y el encendido o apagado de la televisión.
Los dos dispositivos deben estar conectados a la misma red WiFi. El primer paso esencial para usar el celular como un control remoto es corroborar de que tanto el teléfono como el Smart TV están conectados a la misma red WiFi. Esto es crucial porque la mayoría de las aplicaciones de control remoto utilizan la red local. Sin esta conexión, el dispositivo no podrá detectar el televisor y no podrá controlarlo.
El siguiente paso es descargar una aplicación de control remoto compatible con el televisor. Las marcas más conocidas como Samsung, LG, y Sony, tienen sus propias aplicaciones oficiales que permiten a los usuarios controlar sus televisores desde sus dispositivos móviles. Estas están disponibles de forma gratuita en la Google Play Store y la Apple App Store. Una vez que se haya descargado la aplicación adecuada, es hora de configurarla. Al abrir la aplicación por primera vez, esta generalmente buscará automáticamente los dispositivos disponibles en la red WiFi. Cuando detecte el Smart TV, hay que seleccionar el dispositivo para comenzar el proceso de sincronización.
En algunos casos, el televisor pedirá confirmación de la conexión, mostrando un código en la pantalla que se debe ingresar en la aplicación para completar la sincronización. Este paso asegura que solo los dispositivos autorizados puedan controlar el televisor. Después de la sincronización, el teléfono estará listo para usarse como control remoto. La interfaz de la aplicación generalmente imita las funciones de un mando físico, con botones para encender y apagar el televisor, ajustar el volumen, cambiar de canal, y navegar por los menús. Algunas aplicaciones también ofrecen un teclado en pantalla, lo que facilita la introducción de texto, por ejemplo, para buscar programas en aplicaciones de streaming.