¿Cuál es la diferencia entre una puerta de seguridad y una puerta de seguridad?

Las puertas blindadas tienen estructura de madera, reforzada con dos chapas de acero, habitualmente de 2 mm de grosor cada una. Los marcos suelen ser de madera casi siempre y no están reforzados. Estructuralmente, por tanto, ofrece solo seguridad en apariencia, ya que se han añadido dos láminas de metal para que no sea simplemente una puerta de madera. Las puertas acorazadas cuentan con una estructura de acero y metal. El marco también es de acero, por lo que, estructuralmente, ofrecen una resistencia mucho mayor que una puerta blindada. Las puertas de seguridad tienen estructura y marco de acero y metal, y, además, cuentan con elementos resistentes adicionales a las acorazadas. Una puerta de seguridad cuenta con las certificaciones EN-1627 y EN-85160, que nos garantizan que tanto la estructura como la cerradura, el bombín y el escudo han superado ensayos independientes contra ataques agresivos y técnicos.

La principal diferencia radica en la composición del material. La puerta metálica está fabricada completamente de acero, mientras que la acorazada combina un núcleo de acero con otras capas de seguridad. Esto hace que la puerta acorazada ofrezca un nivel de seguridad superior debido a su construcción más compleja. Las puertas blindadas, como mencionamos anteriormente, suelen tener una estructura de madera recubierta con acero, lo que las hace más ligeras en comparación con las puertas metálicas. Sin embargo, las puertas metálicas son más robustas debido a su construcción completamente metálica. Las puertas acorazadas son un escalón más allá en términos de seguridad. Están construidas con un núcleo de acero y a menudo incorporan refuerzos adicionales en el marco y las bisagras. Esta estructura robusta proporciona un alto nivel de seguridad y resistencia contra los ataques más tenaces. Las puertas blindadas suelen contar con un núcleo de madera en su estructura, que está recubierto con chapa de acero en ambos lados. Esta combinación ofrece una buena resistencia a los ataques y mantiene la puerta relativamente ligera y accesible en términos de precio.

La principal diferencia entre ellas es la estructura y el material con el que están fabricadas. Una puerta blindada tiene una hoja de madera reforzada con chapas de acero en su interior y un marco de madera o metal. Una puerta acorazada tiene una hoja y un marco totalmente metálicos, lo que le aporta mayor resistencia y durabilidad. Las puertas blindadas tienen un marco de madera, mientras que las acorazadas lo tienen de acero. La blindada tiene una estructura de madera con algunos refuerzos de acero, lo que la hace vulnerable a los ataques de los delincuentes. La acorazada, en cambio, es de acero por completo, y solo lleva unas láminas de madera para darle un aspecto más agradable. Las puertas acorazadas poseen elementos que resguardan la cerradura y que las puertas blindadas no los tienen. Las puertas blindadas suelen tener cilindros de peor calidad que las acorazadas, estos cilindros son de gama baja no tienen las protecciones necesarias para resistir ataques. Una puerta acorazada ofrece una mayor resistencia y seguridad que una puerta blindada, pero también tiene un coste más elevado y requiere una instalación más compleja. Una puerta blindada, por su parte, es más económica y fácil de colocar, pero puede ser vulnerada con más facilidad por ladrones o intrusos.

La puerta acorazada es más segura que la blindada frente a ataques externos, eso es evidente. La única diferenciación que debemos hacer en materia de seguridad no es el tipo de puerta, sino qué clase o grado de resistencia tiene. En 2013, la normativa española UNE-85160 dejó de diferenciar entre los términos de puertas acorazadas o puertas blindadas y pasó a denominarlas como puertas de seguridad. La seguridad de las puertas no se mide por materiales o conceptos, sino por clases certificadas. Los usuarios siguen buscando puertas acorazadas y puertas blindadas en lugar de puertas de seguridad, términos relacionados entre si. Las puertas blindadas suelen ser más económicas que las puertas acorazadas y encontramos bastantes modelos por menos de 1.000€. No obstante, como habéis podido comprobar si habéis leído el artículo, las puertas blindadas tienen un precio menor debido a su menor grado de resistencia frente a los ataques externos. La puerta acorazada es más segura que la blindada, pero la seguridad de una puerta depende de su clase certificada.

La forma más rápida de explicarlo sería decir que las puertas blindadas son menos seguras que las acorazadas, y estas, a su vez, lo son menos que las puertas de seguridad. Las puertas blindadas, el modelo más antiguo de los tres, están reforzadas con dos chapas de acero de dos milímetros de grosor. Las puertas acorazadas son mucho más resistentes que las blindadas: toda su estructura, incluyendo el marco, está reforzada con planchas de metal de entre milímetro y medio y dos milímetros de grosor. Las puertas de seguridad pueden considerarse la evolución de las puertas acorazadas: una solución de seguridad a la altura de los retos que suponen las últimas técnicas de robo. Estas puertas están reforzadas a todos los niveles: su estructura y marco son metálicos, y cuentan además con protección adicional en el escudo, la cerradura y el bombín. Así, pueden resistir tanto ataques violentos como ataques de habilidad, lo que garantizan las certificaciones EN1627 y EN85160. Todo esto significa que un hipotético ladrón deberá invertir mucho más tiempo para entrar en la propiedad, por no mencionar que se verá obligado a usar herramientas complejas y ruidosas. Es decir, el efecto disuasorio de estas puertas es muy superior al de las puertas acorazadas y blindadas.

La diferencia entre una puerta de seguridad y otra tipo de puerta es que una puerta de seguridad homologada es la mejor opción para mejorar la seguridad de nuestro hogar, ya que otorga un nivel superior de protección frente al robo. Al igual que las puertas acorazadas, su estructura está fabricada en acero y metal, contando con refuerzos adicionales para mayor resistencia. Además, se trata de un tipo de puertas que pone especial énfasis en la seguridad del sistema de cierre, ya que este es uno de los puntos más críticos a la hora de determinar si una solución es segura o no. De esta manera, logran asegurar un mayor nivel de resistencia física frente a las nuevas técnicas de robo, ya sean violentas o de habilidad. Una puerta blindada sigue siendo mejor opción que una puerta de entrada corriente, pero se trata de puertas que se han ido quedando obsoletas con el paso del tiempo. Una puerta de estas características no será capaz de resistir y proteger la vivienda al sufrir un ataque con las nuevas técnicas de robo. Por ello, no es recomendable instalar una en nuestra vivienda, si lo que buscamos es mejorar su seguridad. Las puertas acorazadas son aquellas que cuentan con el marco y el cuerpo de la hoja fabricados en acero y metal; base a la que se le añaden placas de madera para seguir la estética habitual de las puertas de entrada. Además, se trata de un tipo de puertas que permite contar con un sistema de cierre más resistente. Así, se puede decir que las puertas acorazadas tienen un mayor grado de resistencia, dada la mayor robustez de su estructura. Sin embargo, muchas de las puertas acorazadas presentan el problema de contar con certificaciones de seguridad obsoletas y que no estarían contemplando su capacidad de resistir ante ataques violentos y de habilidad.