¿Cuál es la diferencia entre una silla de ducha y una silla de baño?

Las sillas de ruedas de ducha básicas son las sillas más simples, diseñadas exclusivamente para el uso en la ducha. Son ligeras y fáciles de maniobrar, pero no tienen la funcionalidad adicional de servir como WC. Son ideales si ya tienes adaptaciones en tu baño. Las sillas de ruedas de ducha y WC combinadas son una excelente opción si buscas versatilidad. Pueden utilizarse tanto en la ducha como para el WC, y suelen venir con un cubo debajo del asiento que puede retirarse cuando no se usa. Son más voluminosas que las sillas de ducha básicas, pero su multifuncionalidad las hace muy prácticas. El mejor ejemplo es la Clean Sillas de ruedas de ducha y WC con reclinación. Si tienes problemas de movilidad severos o necesitas asistencia adicional, una silla con función de reclinación puede ser la mejor opción. Estas sillas permiten ajustar el ángulo del respaldo para mayor comodidad y seguridad durante el uso.

A diferencia de las sillas, las banquetas o taburetes no tienen respaldo ni apoyabrazos para ducha sin respaldo ni apoyabrazos. Sillas con respaldo Al contar con un respaldo, resultan más cómodas y estables que las anteriores. En forma de U Es una silla con respaldo pero a diferencia de las simples, esta cuenta con un asiento en forma de herradura que facilita la higiene íntima. Con respaldo y apoyabrazos El modelo más completo del mercado. Gracias a su respaldo y apoyabrazos asegura una mayor estabilidad. Sillas de baño de varias funcionalidades Seguro que ya habréis visto este tipo de sillas. Son sillas de baño que cuentan con unas ruedas para poderse desplazar fácilmente y situar encima de cualquier inodoro para cubrir todas las necesidades del usuario.

La silla de ducha es un asiento con respaldo y, en la mayoría de los casos, con reposabrazos. Está diseñada para ofrecer estabilidad y apoyo a personas con movilidad reducida, problemas de equilibrio o falta de fuerza en las piernas. El taburete de ducha es más compacto y ligero que la silla de ducha. No tiene respaldo ni reposabrazos, lo que lo hace más fácil de mover y almacenar. Su principal ventaja es que ocupa menos espacio, por lo que es ideal para duchas pequeñas o baños donde la movilidad es limitada. La silla de ducha permite ducharse sentado sin riesgo de resbalar. La silla suele ser más segura porque proporciona mayor estabilidad gracias a su respaldo y reposabrazos. Sin embargo, un taburete puede ser suficiente si la persona conserva cierto equilibrio. La silla de ducha es ideal para cuidadores que necesiten ayudar a la persona en la higiene diaria sin hacer esfuerzos innecesarios. El taburete de ducha puede ser una solución práctica para personas que todavía pueden mantenerse erguidas, pero que se cansan con facilidad y necesitan un descanso mientras se duchan.

Las sillas para ducha son unos elementos facilitadores de la higiene corporal en personas de movilidad reducida por parte de los cuidadores. Su uso representa una seguridad respecto a la estabilidad del paciente durante el aseo, el cual puede permanecer sentado en una superficie firme especialmente diseñada a tal efecto. Esta circunstancia facilita las tareas de higiene del cuidador, que puede dedicarse exclusivamente a la limpieza sin tener que preocuparse por una posible caída de la persona impedida, a la vez que proporciona tranquilidad y comodidad al paciente. Para las personas a las que, por tener la movilidad reducida, no les resulta fácil ir al lavabo a hacer sus necesidades, resulta muy cómodo y práctico el uso de sillas con inodoro incorporado. Estas permiten al cuidador la posibilidad de no estar tan pendiente de la persona a su cuidado y, a esta última, la intimidad de no tener que solicitar ayuda cada vez que considera que ha de realizar sus necesidades fisiológicas.

La silla de ducha está diseñada específicamente para la ducha, mientras que la silla de bañera está diseñada para usarse en la bañera. Ambas sillas están diseñadas para brindar un asiento seguro y cómodo a personas con movilidad reducida o que necesitan apoyo adicional durante el baño. Estructuralmente, el diseño de la silla de ducha y la silla de bañera es diferente. Las sillas de ducha suelen estar hechas de materiales resistentes al agua, como plástico o aluminio. Suelen tener agarres de goma antideslizantes en las patas para mantenerlas estables y evitar accidentes. Las sillas de baño, por otro lado, suelen estar hechas de materiales como madera o metal y pueden tener ventosas en la base para mayor estabilidad. La elección de los materiales depende de las preferencias personales y las necesidades específicas del usuario. Otra diferencia importante entre estas sillas es la disposición de los asientos. Las sillas de ducha suelen tener un diseño abierto que permite que el agua se drene fácilmente. También pueden tener un orificio o un asiento extraíble para quienes prefieren o necesitan sentarse mientras realizan actividades de higiene personal. Por otro lado, el asiento de la silla de baño es sólido y no tiene orificios ni aberturas. Este diseño garantiza que el usuario pueda sumergirse cómodamente en el agua de la bañera. Además, estas sillas pueden variar en tamaño y altura. Por lo general, la silla de ducha es ligeramente más alta que la silla de baño para facilitar la posición de pie necesaria para la ducha. La altura ajustable es una característica común de las sillas de ducha, que permite a los usuarios ajustar la silla a la altura deseada. Las sillas de bañera, por otro lado, suelen ser más bajas y más cercanas al suelo, lo que facilita la transición de la posición de pie a la sentada. La principal diferencia entre una silla de ducha y una silla de bañera se refiere a su uso, construcción, disposición del asiento y tamaño. Las sillas de ducha están diseñadas para duchas y suelen tener un diseño de asiento abierto, mientras que las sillas de bañera están diseñadas para bañeras y tienen un asiento resistente. Además, las sillas de ducha suelen ser más altas, ajustables y fabricadas con materiales impermeables, mientras que las sillas de bañera son más bajas y vienen en una variedad de acabados para combinar con el estilo de su baño.

Las llamadas “sillas de ducha” o “sillas de baño” están fabricadas principalmente de metal y plástico y sirven de apoyo a quiénes no pueden ducharse de pie o sin asistencia. Diseñadas con esta finalidad, su uso se ha extendido, no sólo en el colectivo de personas con discapacidad, sino también en personas mayores o personas con problemas de movilidad puntuales, ya que contribuyen a que el aseo sea más práctico y seguro. Entre los beneficios de este tipo de sillas destacamos: Mayor confort para los usuarios. Seguridad y estabilidad en la ducha y el aseo diario. Mayor capacidad de independencia. Adaptabilidad a las diferentes necesidades de los usuarios. Sillas de ducha sin respaldo Se trata de asientos tipo taburete o banquetas sin respaldo ni apoyabrazos. Generalmente estas sillas se fabrican con plástico denso, lo que facilita su limpieza y ligereza, e incorporan orificios para la salida del agua que hacen que el aseo diario sea muy práctico. Algunas tienen asiento giratorio, lo que facilita la ducha con ayuda de un asistente. Sillas de ducha con respaldo Este tipo de sillas son perfectas para quienes buscan un poco más de intimidad, independencia y comodidad en su aseo diario porque su respaldo permite apoyar la espalda y eso es sinónimo de mayor estabilidad para el usuario. Al igual que las sillas de baño sin respaldo, éstas se fabrican con plástico denso y mantienen orificios de salida del agua en su superficie. Sillas de ducha con respaldo y apoyabrazos Posiblemente son las más completas aunque no todas las personas se adaptan a su uso, ya que a veces, el apoyabrazos puede dificultar el aseo. Muchas de estas sillas poseen forros ergonómicos de goma en los apoyabrazos retirables y lavables para garantizar la higiene. Sillas y bancos abatibles La principal ventaja de estas sillas de ducha es que están integradas dentro de la propia estructura del baño y que ocupan poco espacio porque pueden plegarse. Existent sillas abatibles con y sin patas y, antes de su instalación, conviene tener muy en cuenta tanto el lugar donde fijarlas como la estabilidad de las mismas, ya que, a pesar de estar fabricadas en PVC y ser bastante resistentes, tienen límite de peso. Asientos giratorios Los asientos giratorios ofrecen una solución rápida y económica que permite a las personas con discapacidad poder acceder a la bañera sin problemas. Generalmente, estas sillas tienen debajo del asiento una palanca que permite el cambio de posición a cada 45º o 90º. Lo que facilita la transferencia desde la propia silla de ruedas al asiento, y posteriormente a la bañera. Algunas también disponen de dispositivo de bloqueo para garantizar la seguridad durante su uso. Sillas “multiusos” Por último, en el mercado también encontramos sillas de baño con ruedas para personas con discapacidad, e incluso autopropulsables. Esto tipo de sillas son multiusos y puede utilizarse como silla de baño, silla de aseo y en algunos casos, dependiendo del modelo, como silla de interior. Entre otras ventajas, sus ruedas y horquillas están fabricadas en plástico para evitar corrosiones. Para seleccionar la silla de baño más adecuada debes tener en cuenta siempre quién la va a utilizar y dónde. Así podrás elegir el modelo que mejor se adapte a cada persona y al espacio concreto. Algunas cosas a tener en cuenta son: Las necesidades específicas del usuario. Tipo de discapacidad, nivel de independencia, capacidad de movimiento, etc. El espacio. Dependiendo de si el baño tiene ducha o bañera podremos elegir diferentes tipos de sillas y asientos de aseo. La movilidad. Es decir, si queremos que sea un complemento fijo o móvil. Algunas sillas de ducha para personas con discapacidad como las sillas y bancos abatibles, requieren una fijación a la pared. El presupuesto con el que contemos. En todo caso, las sillas de ducha y de baño son una buena inversión porque mejoran notablemente la calidad de vida los usuarios. Conocer y valorar los diferentes tipos y opciones, puede ayudarnos a disfrutar de un baño seguro y confortable.

Las sillas de ruedas para duchas y baño son elementos muy útiles para proporcionar una higiene adecuada de manera cómoda a las personas con discapacidad o movilidad reducida. La gran ventaja parte de que, si la instalación de la ducha en casa es adecuada a la eliminación de barreras arquitectónicas, podemos entrar directamente con la silla en la ducha sin hacer la transferencia en la ducha, que siempre habrá más dificultades. En caso de necesitarse otros productos relacionados, se sugiere visitar la sección de ortopedia de nuestro catágeo. Las sillas de baño que ofrecemos se amoldan a todo tipo de usuarios, y son ideales específicamente para personas con movilidad limitada. También pueden ser empleadas por usuarios que se encuentran en tratamiento posoperatorio tras una intervención quirúrgica, y, por supuesto, son resistentes a altos niveles de humedad y de calor. Respaldo y barandilla. Estas sillas de ruedas de baño y ducha cuentan con respaldo, resultando más confortables que los taburetes. El respaldo, complementado con la barandilla proporcionan una seguridad y fijación a la silla, que en una situación como es el baño es algo a tener muy en cuenta. Las sillas de ducha muy resistentes En Quirumed siempre aportamos herramientas ortopédicas que, además de haber sido seleccionadas por su gran relación calidad precio, son duraderas y resistentes. El material utilizado en la confección de estas sillas y taburetes de baño es capaz de soportar grandes pesos sin que su integridad estructural se vea afectada. La carga se distribuye uniformemente, para evitar accidentes. Además, la superficie suave de estos asientos previene reacciones irritantes sobre la piel de los muslos en usuarios con la epidermis sensible. Los taburetes para ducha que figuran en el catálogo de Quirumed están disponibles en diferentes colores y diseños, algunos de ellos ideados para resolver necesidades específicas. Cuentan con tacos antideslizantes en las patas para evitar resbalones, y, por lo mismo, disponen de reposabrazos con un gran agarre. Sillas para la ducha de lo más confortables Las sillas de baño que ofrecemos se amoldan a todo tipo de usuarios, y son ideales específicamente para personas con movilidad limitada. También pueden ser empleadas por usuarios que se encuentran en tratamiento posoperatorio tras una intervención quirúrgica, y, por supuesto, son resistentes a altos niveles de humedad y de calor. Sillas de ducha de ortopedia de la mejor calidad En Quirumed puedes encontrar diferentes modelos de sillas de ducha con ruedas, elaboradas con una estructura de aluminio y plástico en los asientos y zonas de reposo, lo que las hace ligeras y resistentes al agua y a la oxidación. Todas ellas son de fácil manejo y se conducen sin esfuerzo; en este sentido, algunas poseen una barra transversal trasera que facilita el empuje. Soportan desde 100 hasta 120 kilogramos, dependiendo del modelo elegido, y están disponibles en diferentes colores. Muchos modelos cuentan con reposapiés y reposabrazos abatibles, para facilitar el aseo, incluso si no se trata de sillas de ducha plegables. Además, estos equipos no requieren adaptación individualizada, pues están diseñados para proporcionar confort específicamente en las posturas y situaciones que serán necesarias en el baño. En nuestra web encontrarás tanto sillas de ruedas para ducha de uso general como otras para necesidades específicas, en diferentes tamaños y con distintos accesorios, para ofrecer una ayuda real y cómoda. Siempre estarán fabricadas con materiales de alta calidad, y seleccionadas cuidadosamente por su buena relación calidad precio, esto es parte del ADN de Quirumed, intentar bajar la barrera económica que permita a más personas disfrutar la vida con Salud y Bienestar. Conseguir tu silla para la ducha ideal es fácil en la tienda online de Quirumed Equipa tu centro o domicilio con los mejores materiales.