¿Cómo fijar un espejo a la pared sin taladrar?

Para espejos ligeros y pequeños, los ganchos adhesivos son la opción más rápida y fácil de usar. Estos dispositivos con cola en su parte posterior suelen tener varias formas y ofrecen una capacidad de carga limitada. Existen adhesivos específicamente diseñados para fijar espejos a la pared sin necesidad de perforar agujeros. Estos adhesivos son extremadamente fuertes y pueden soportar espejos de diversos tamaños y pesos. Limpia la superficie de la pared donde vas colocar el espejo y procura retirar cualquier partícula de polvo y suciedad para conseguir una mejor adherencia. Coloca los ganchos adhesivos y adjunta el espejo en la posición deseada, presionando firmemente para que el adhesivo se adhiera correctamente. Una vez que el espejo esté instalado, verifica nuevamente con el nivel que está perfectamente nivelado.

Si quieres colgar un espejo sin marco en la pared pero no quieres hacer agujeros, puedes pegarlo fácilmente con un par de materiales muy fáciles de conseguir: silicona o cinta de doble cara. La silicona es tu mejor opción. Te recomendamos utilizar silicona neutra especial, ya que ésta no daña el esmalte de pared. Para colgar un espejo con silicona, sigue estos pasos: Marca con un lápiz la superficie del espejo en la pared. Limpia la pared. Aplica puntos de silicona en la parte posterior del espejo. Pega el espejo a la pared con cuidado. Fija el espejo con cinta adhesiva. Retira la cinta. También puedes colgar un espejo en la pared sin hacer agujeros con la ayuda de cinta adhesiva de doble cara, aunque dicha cinta debe ser lo suficientemente fuerte como para aguantar el peso del espejo y el paso del tiempo. La cinta absorbe menos las irregularidades de la pared, por lo que ésta debe estar completamente nivelada. Además, tendrás que limpiar muy bien la superficie con alcohol antes de colocar la cinta para garantizar su sujeción.

Puedes colgar tus cuadros y tus espejos sin tener que taladrar. Ahora en el mercado hay infinidad de productos que te permiten hacerlo sin tener que destrozar la pared. Son fáciles de usar, y lo más importante, si te equivocas, puedes retirarlos fácilmente sin causar ningún daño al muro. Los clavos metálicos se sustituyen por tiras adhesivas con cadenas de polímero flexibles que forman eslabones en U con la pared. Después basta con adherir la otra sección en la parte trasera del cuadro o el espejo y ajustarla a la parte de la pared. Si no lo alineas bien o no te gusta en la posición que los has colocado, puedes eliminarlos fácilmente y volverlos a colocar, porque son reutilizables. Una de las opciones más sencillas para colgar objetos en las paredes sin taladrar es usar unas tiras especiales para cuadros, que consisten en dos tiras que debes unir por su parte frontal. Una de ellas la debes colocar en el objeto que quieres colgar y la otra en la pared. Si te equivocas, no hay problema. Para quitarlas, cuentan con una lengüeta que las despega limpiamente de donde estén. Tan solo debes colocar la cinta en la parte trasera del cuadro y hacer presión en la pared hasta que se pegue. Su único problema es que no aguanta tanto peso como las opciones anteriores. Pero si es un espejo o un cuadro pequeño, que no supere el kilo de peso, puede ser una solución rápida y eficaz. Procura elegir una cinta adhesiva de doble cara del color de la pared o transparente, para evitar que se vea. Es una cinta parecida a la anterior, con la particularidad que ésta está fabricada para sustituir a los clavos y, por tanto, es extrafuerte. Permite colgar cosas de mucho peso con ella, incluso pequeños electrodomésticos o lámparas. Además, tiene la ventaja que puedes usarla en todo tipo de paredes, azulejos, madera, metal, plásticos o mármol. También puedes utilizar las perchas adhesivas de toda la vida. Aquellas que seguramente has utilizado para colgar el trapo de la cocina o la toalla del baño. Solo has de mirar que su adhesivo resista el peso del cuadro o el espejo que quieres colgar. Si es así es una opción fácil y sencilla que te ahorrará tener que taladrar. Son unos ganchos que se deben clavar en la pared. Sin embargo, su ventaja es que su clavija es tan pequeña que no daña el muro. Si los retiras, el agujero es tan pequeño que resulta imperceptible. Eso sí, para usarlos deberás ser un poco manitas, ya que requieren de un martillo para clavarlos. No aguantan mucho peso, pero las puedes colocar en madera, paredes sólidas y hormigón. Si aún con todas estas opciones a tu disposición no te ves capaz de colgar tus cuadros o espejos, te queda una última opción. No los cuelgues, apóyalos en alguna estantería, sobre un mueble o en la repisa de la chimenea. Ahora está muy de moda. Así que nadie se dará cuenta que lo has hecho intencionadamente, porque eres incapaz de colgar un cuadro.