Diferencias reales que se notan en la cocina. Cada tipo de horno tiene una forma distinta de generar y distribuir el calor, lo que impacta directamente en el tipo de preparaciones que se pueden lograr con mayor eficacia. Horno eléctrico genera calor a través de resistencias que calientan de forma más lenta, pero pareja. Esto da una cocción uniforme y húmeda, ideal para carnes jugosas, panes rústicos y cocciones más complejas. Horno a gas calienta rápido con una llama directa, lo que produce resultados más secos. Es excelente para cocinar pasteles, galletas y platillos delicados. Para quienes se preguntan qué conviene más, horno eléctrico o a gas, uno de los factores que más influye es el entorno: en departamentos o espacios con ventilación limitada, el eléctrico suele ser preferido. En casas con conexión de gas instalada, puede ser conveniente aprovecharla. En contextos donde se cocina mucho pan, asados o guisos con humedad, el horno a gas es un aliado potente. En cambio, para preparaciones que exigen control milimétrico y calor envolvente, el horno eléctrico ofrece resultados superiores. Si te estás preguntando si es mejor un horno eléctrico o a gas para una cocina con foco en repostería o platos de cocción precisa, el eléctrico suele ser la mejor opción. Para quienes buscan velocidad y jugosidad, el gas tiene lo suyo. Tener hijos o cocinar en grandes cantidades también puede inclinar la balanza: Si se busca seguridad: eléctrico, por no trabajar con llama abierta. Si se requiere potencia: eléctrico, hornea hasta un 30% más rápido gracias a su cavidad inoxidable. Para cocciones sencillas: gas, con menor tiempo de precalentado. En definitiva, la decisión sobre qué es mejor, horno eléctrico o a gas se basa en la forma en que cocinas y los resultados que querés alcanzar.