El rostro y sobre todo los ojos son extremadamente sensibles en caso de contacto con agentes tóxicos, por lo que, si se produce un accidente, las duchas de seguridad y los lavaojos permitirán retirar la mayor cantidad posible del agente nocivo de la zona afectada.
En caso de un derrame general o prendido de las prendas un lavaojos no será suficiente por lo que se debe recurrir a un lavado completo con una ducha de seguridad.
El procedimiento para utilizar correctamente la ducha de seguridad es el siguiente:
• Dirigirnos a la ducha de seguridad más cercana tratando de evitar que el elemento contaminante entre en contacto con el cuerpo.
• Accionar la palanca para que abra el suministro de agua.
• Mientras estamos debajo del agua debemos quitarnos toda la ropa, zapatos y accesorios contaminados, tratando de evitar entrar en contacto con la sustancia.
• Lavar la parte del cuerpo afectada por el contacto.
• Permanecer debajo del agua durante al menos 15 minutos
• Dirigirnos al hospital o centro médico más cercano o esperar a los servicios de emergencia.
Si el agua de la ducha está a muy baja temperatura, no se deberá prolongar el uso de la ducha más allá de los 4 minutos para evitar que se produzca un shock térmico.