El diseño inclusivo consiste en crear productos, entornos y experiencias que tengan en cuenta la diversidad de las personas.
Reconoce la diversidad humana
Las personas son diferentes, no solo físicamente, sino también en su contexto, capacidades y necesidades.
Un buen diseño debe adaptarse a esta diversidad, en lugar de esperar que todos se ajusten al producto.
Ofrece múltiples formas de uso
No todas las personas interactúan de la misma manera.
Ofrecer varias formas de usar un producto puede garantizar que más usuarios puedan acceder a él.
Diseña para la flexibilidad y adaptabilidad
La inclusividad no significa crear una sola solución que sirva para todos, sino un producto que pueda adaptarse a diferentes contextos y necesidades.
Investiga y comprende a tus usuarios
El primer paso para diseñar de manera inclusiva es entender las necesidades de tus usuarios.
Realiza entrevistas, encuestas y pruebas de usabilidad con personas diversas: diferentes edades, habilidades, géneros y culturas.
Utiliza principios de accesibilidad
La accesibilidad es una parte fundamental del diseño inclusivo.
Implementa prácticas como: Contrastes adecuados entre texto y fondo.
Navegación por teclado.
Lectura mediante lectores de pantalla.
Crea opciones personalizables
Ofrecer opciones que los usuarios puedan ajustar según sus necesidades mejora la inclusividad.
Evita sesgos y estereotipos
Revisa el contenido visual y textual para asegurarte de que no perpetúa estereotipos de género, raza o cultura.
Usa imágenes y ejemplos diversos que representen a la sociedad.