Las puertas cortafuegos son elementos esenciales en la prevención y control de incendios, especialmente en edificios de alta densidad como los que se encuentran en Bogotá. El papel que desempeñan estas puertas en la seguridad contra incendios es vital, ya que garantizan un espacio seguro para la evacuación y limitan la propagación del fuego. Dentro de estas puertas de seguridad, encontramos las Puertas Cortafuegos Clase A y las Puertas Cortafuegos Clase B. Ambas ofrecen protección contra el fuego, pero tienen características que las distinguen y determinan sus usos apropiados. Las Puertas Cortafuegos Clase A, son puertas que garantizan la integridad y aislamiento térmico durante un período de tiempo específico. Esto significa que no solo impiden el paso del fuego, sino que también limitan la transferencia de calor a través de la puerta. En contraste, las Puertas Cortafuegos Clase B sólo garantizan la integridad durante un incendio. Estas puertas evitan el paso del fuego, pero no limitan la transferencia de calor. Por lo tanto, son apropiadas para zonas de menor riesgo en la estructura. Al respecto de su construcción, las Puertas Cortafuegos Clase A generalmente están hechas de materiales más resistentes al calor como el acero, mientras que las Puertas Cortafuegos Clase B pueden estar hechas de madera u otros materiales menos resistentes al calor, dada su finalidad. La principal diferencia entre ambas radica en el tiempo de resistencia al fuego y en su aporte a la compartimentación. Mientras que las puertas clase A garantizan una resistencia de hasta 90 minutos, las puertas clase B brindan un tiempo más reducido, de 60 minutos.