Es por ello que desde Formación Smart, recomendamos que en tu síntesis curricular incluyas aquellos cursos o programas de formación que van dirigidos al desarrollo y fortalecimiento de las denominadas habilidades blandas o “soft skills”.
Si quieres enriquecer tu currículo y distinguirte entre los demás candidatos, pero sobre todo tener un mejor desempeño laboral, entonces te recomendamos:
Liderazgo: Personal y liderazgo de equipos, para obtener herramientas que permitan conocer los procesos para dirigir exitosamente a sí mismo y a grupos de alto desempeño.
Inteligencia emocional: Para reconocer las emociones propias y ajenas, gestionarlas adecuadamente y consolidar equipos con respeto, empatía y asertividad.
Comunicación: Para comprender los procesos que facilitan que la información circule de manera adecuada dentro de la organización, de manera eficaz y asertiva, basado en el diálogo con los compañeros de trabajo, que incluye la escucha activa.
Manejo de conflictos: Con especial importancia, es necesario conocer los diferentes modelos para gestionar los conflictos, hasta convertirlos en oportunidades de crecimiento para los involucrados y para la organización en general.
Administración del tiempo: Para aprender a optimizar el tiempo, planificar, organizar y ejecutar actividades con base en las prioridades y objetivos organizacionales con eficacia.
Sinergia de equipos: Para poder canalizar la intencionalidad de las acciones de cada uno de los que integran los equipos de trabajo en consonancia con los objetivos comunes, superando el individualismo, y consolidando la cooperación.
Flexibilidad y gestión del cambio: Aplicando el concepto de adaptabilidad, para entender con apertura el dinamismo de las organizaciones que, de manera ineludible, genera cambios y esto no necesariamente es algo negativo.
Toma de decisiones: Conociendo todos los procesos que van asociados a la evaluación de diferentes escenarios, fomentando el análisis como elemento fundamental para la toma de decisiones a todo nivel, en aras de dar soluciones a los problemas cotidianos en la vida organizacional.
Negociación: descubriendo buenas prácticas para cerrar acuerdos que favorezcan a todas la partes, basados en el diálogo, en el respeto y en el ganar- ganar.
Cada una de estas formaciones, agregan valor y ofrecen un factor diferenciador ante otros profesionales y suponen el dominio de herramientas, el empleo de técnicas y habilidades para resolver problemas con mayor destreza y manejar mejor situaciones de tensión o de estrés.