Los tableros sensoriales estimulan los sentidos y las emociones gracias a las percepciones sonoras, táctiles y visuales que proponen. Cada tablero sensorial se puede adaptar a las necesidades de cada niño/a y pueden ir evolucionando presentando en cada momento diferentes desafíos pedagógicos. Los tableros sensoriales son un buen mecanismo de aprendizaje, despiertan la curiosidad, la experimentación, la investigación, la atención y ayudan en el proceso evolutivo de los niños. Podéis preparar tableros sensoriales basados en el tacto, utilizando texturas diferentes, para el sentido auditivo, incorporando timbres, campanas o materiales que hagan ruido y música. Trabajar las matemáticas, incorporando números, ábacos u objetos fáciles de contar. Visual, con colores, formas y volúmenes variados, también podéis incluir un pequeño espejo o fotos. Otros azulejos sensitivos pueden ir destinados a experimentar y descubrir los olores o los gustos.