¿Cómo funciona una puerta con cierre automático?

El funcionamiento de las puertas automáticas se basa en sistemas de detección y automatización que permiten su apertura y cierre sin necesidad de que realices un contacto manual. En función del tipo de puerta automática que elijas para tu espacio, el funcionamiento de apertura será diferente. Por ejemplo, si optas por una puerta corredera, será necesario contar con un motor, una guía y una cremallera que desplazará la puerta lateralmente para su apertura. El corazón de una puerta automática es su sistema de automatización, que está compuesto por sensores que detectan la proximidad de personas u objetos. Estos sensores están conectados a un motor que acciona la puerta. Otros componentes clave incluyen los sistemas de control, que pueden ser manejados remotamente, y elementos de seguridad, como las barreras infrarrojas y los sistemas de bloqueo que evitan accidentes. En resumen, el funcionamiento de las puertas automáticas es muy sencillo. En su interior, el sistema cuenta con los componentes necesarios para la automatización y la detección de objetos o personas. Además, dispone de elementos de seguridad, como los sistemas de bloqueo para evitar accidentes.

Un mecanismo de cierre automático de puerta corredera es un motor que va a mejorar tu vida. La gran mayoría de estos mecanismos funcionan con electricidad y para conseguir un funcionamiento óptimo el primer paso es calcular la potencia del motor. Una de las funcionalidades de estos mecanismos es regular la velocidad de apertura y cierre. Al variar la velocidad se consigue personalizar la puerta según el volumen de tráfico y también según las características del local. La fotocélula es otra de los aspectos destacados de estos motores. Gracias a ellas la hoja de la puerta para en seco en caso de que detecte un obstáculo. Así aumenta la seguridad y se evitan situaciones de riesgo por aplastamiento. El control del funcionamiento de un mecanismo de cierre automático de puerta se realiza a través del cuadro de maniobra. En ellos se reciben las señales de los mandos a distancia y se accionan los sistemas de apertura y cierre. Para garantizar la seguridad, todos los sistemas de motorización suelen contar con cerraduras de desbloqueo que ayudan a manejar la puerta en caso de fallo eléctrico o de avería.

En caso de que olvide cerrar la puerta, es necesario habilitar la función de cierre automático de su abridor. Conecte una fotocélula compatible, como TC102 sensor de barrera infrarroja o TRF3 sensor fotoeléctrico reflectivo, con su sistema de TOPENS abrepuertas. Utiliza un obstáculo para bloquear el haz de la fotocélula cuando quiera mantener la puerta abierta. Esta breve interrupción desconectará el sensor, indicando a la puerta que permanezca abierta. Si no desea usar fotocélulas, un método alternativo consiste en conectar un interruptor de autobloqueo directamente a los terminales de fotocélulas en la placa de control de su abrepuertas. Si su abrepuertas es compatible con la señal "Normal Closed Dry Contact" para fotocélulas, conecte los terminales "NC/COM" del interruptor de autobloqueo a los terminales de fotocélula en la placa de control; Si su abridor acepta la señal "Normal Closed Dry Contact" para fotocélulas (como TOPENS RK990T, RK1200T, CK1200), conecte los terminales "NO/COM" del interruptor en su lugar. Al cambiar el contacto, se controla si la función de cierre automático está activada o desactivada. Puede desactivar temporalmente la función de cierre automático encendiendo o apagando el interruptor y, a continuación, volver a pulsar el interruptor para reanudar el funcionamiento normal de la puerta.