El sistema de seguridad más clásico entre los clásicos en lo referente a la apertura de puertas de una vivienda, es el tradicional pestillo. Pestillo de puerta También denominado como cerrojillo. Es el más utilizado en las puertas de interior y el nivel de seguridad que aporta es básico, es habitual encontrarnos con un cerrojillo en la puerta de estancias concretas, como por ejemplo, en la puerta del baño. Pestillo cerrojo Este tipo de cerrojo es de unas dimensiones un poco mayores al cerrojillo comentado anteriormente por lo que el nivel de protección que ofrece es algo más elevado. Normalmente podemos distinguir este tipo de cerrojos en las puertas de la entrada principal de las viviendas, sumando un plus de seguridad a la cerradura principal.
Pestillo pasador La diferencia principal entre este tipo de pestillo y los mencionados anteriormente es la zona de la puerta en la que va colocado. Tanto el cerrojo como el cerrojillo van instalados en el costado de la puerta, mientras que un pestillo pasador se encuentra tanto en la parte más alta como la más baja de la misma.
Características de los pestillos Podemos encontrarlos en una gran variedad de diseños, así como en infinitud de colores y acabados. Es por esto que muchas veces se utiliza como elemento decorativo más que como sistema de seguridad. Aunque el pestillo es uno de los métodos de seguridad más utilizados, ¿realmente cumplen su función? Desde Cerrajería Placer reconocemos la utilidad de este sistema, sobre todo en las puertas interiores de cada vivienda. Cómo método de protección en las puertas exteriores recomendamos que este vaya acompañado por algún otro sistema de seguridad para puertas más resistente, de esta manera podremos salir de nuestro domicilio con la total tranquilidad de que este se encuentra seguro.