La excelencia en la atención al cliente puede suponer para una compañía la ventaja competitiva que haga que un cliente la elija antes que a la competencia.
Hacerles la vida más fácil.
Todo lo que hagas tiene que ir enfocado a facilitar la vida de tus clientes.
Al final lo que todo el mundo busca cuando adquiere un producto o servicio es mejorar su situación en el aspecto que sea.
Si cuando tenga el primer contacto con tu empresa o la relación que se establece no es buena, sin pensarlo, dará media vuelta y se irá.
El tiempo es oro para todo el mundo.
Nadie está dispuesto a malgastar su tiempo en esperas o conversaciones que no van a ninguna parte.
Los clientes esperan rapidez, inmediatez y eficacia.
Los clientes no son tontos, y buscan una atención personalizada que resuelva sus problemas o dudas cuando recurran a ella.
Un cliente lo es en el momento de la venta, en la pre-venta y, por supuesto, en la post-venta.
El proceso de compra de un cliente empieza mucho antes de que haga efectiva dicha compra y dura después de ese momento de compra, y es preciso acompañar al cliente durante todo el proceso para considerar esa venta como un éxito.