Los vidrios recocidos son aquellos que se utilizan comúnmente en aplicaciones básicas.
Están compuestos por una sola hoja de vidrio,
Aunque son simples en su diseño, todavía tienen su lugar en diversos contextos.
Son generalmente más económicos en comparación con otros tipos de vidrio, lo que los convierte en una opción accesible.
Los vidrios recocidos permiten el control de la luz, brindando una excelente iluminación natural en interiores dependiendo de sus tonalidades, las cuales pueden ser completamente transparentes, verdes, esmerilados o color humo.
Los vidrios de seguridad están diseñados para resistir impactos y reducir el riesgo de lesiones en caso de romperse.
Los vidrios templados son hasta 4 veces más resistentes a impactos a comparación de los vidrios recocidos.
Al momento de un impacto, el vidrio templado se rompe en pequeños gránulos, mientras que el vidrio laminado mantiene los fragmentos unidos, reduciendo el riesgo de lesiones.
Los vidrios de control solar son una respuesta a las necesidades de eficiencia energética y el confort térmico.
Están diseñados para reducir la cantidad de calor que ingresa al interior de un espacio, y retener el calor en regiones sumamente frías.
Los vidrios de control solar pueden ayudar a reducir el uso de aires acondicionados y calefacciones contribuyendo a la reducción de costos en energéticos.
Estos vidrios disminuyen el deslumbramiento provocado por objetos reflectantes del exterior, mejorando la visibilidad y el confort visual al interior de una vivienda o edificio.
Muchos vidrios de control solar bloquean significativamente el ingreso de los rayos ultravioleta, ayudando a proteger muebles y los interiores de la decoloración causada por la luz solar.
Ya sea que optes por los vidrios recocidos, de seguridad o los cristales de control solar, recuerda que tu elección tendrá un impacto a largo plazo en la forma en que experimentas y disfrutas de tus espacios.