El braille es el código de lectoescritura universal utilizado por las personas con deficiencia visual grave o ceguera total.
Se trata de un código en el que cada letra o símbolo en cualquiera de los idiomas del mundo cuenta con su equivalente táctil dentro de uno o varios cajetines imaginarios de combinaciones de 6 puntos.
Este código está basado en el tacto y, a pesar de los avances en los sistemas de aprendizaje y lectura a través del oído, es siempre imprescindible, ya que las conexiones neurológicas que se establecen a través de la lectura táctil son similares a las de la lectura visual y muy diferentes a las auditivas.
El braille es, por tanto, un código imprescindible para aquellas con discapacidad visual porque lo necesitan como herramienta para comunicarse a través del lenguaje escrito.
Pero más aún, el braille es un derecho reconocido en la Convención de los Derechos de las Personas con Discapacidad de la ONU y reclamado como tal por la Unión Mundial de Ciegos y todas las asociaciones vinculadas con la misma.
La enseñanza del braille requiere una didáctica que será diferente para las personas que inician su alfabetización que para aquellas otras que, estando ya alfabetizadas en tinta, pierden la visión y necesitan adaptarse a la lectoescritura táctil.
Los potenciales usuarios de braille van desde las edades más tempranas hasta las personas mayores que por edad pierden la visión.
Por ello, la forma de introducir, enseñar, motivar y afianzar el código es de gran trascendencia para que su uso sea útil y de calidad.
La ONCE, consciente de la importancia del Braille y su Didáctica, cuenta con diversos organismos, métodos y recursos en relación con el tema.
Encuentra información del braille en la página web de la ONCE.
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