Los pavimentos porcelánicos antideslizantes son una solución efectiva para garantizar la seguridad en todo tipo de superficies, tanto en interiores como en exteriores.
Estas superficies pueden volverse peligrosas cuando están mojadas o expuestas a condiciones húmedas, pero con el uso de pavimentos antideslizantes, se minimizan los riesgos de resbalones, caídas y lesiones.
Para medir el grado de resbaladicidad del gres porcelánico, se utilizan principalmente dos normativas internacionales ampliamente reconocidas: la norma UNE-ENV 12633, que determina el coeficiente de fricción y, por tanto, la resistencia al deslizamiento de superficies cerámicas, y la norma DIN 51097, que se enfoca en evaluar la resistencia al deslizamiento de pavimentos en áreas húmedas, como piscinas, duchas o baños.
En base a estas dos normativas, el gres porcelánico antideslizante de Cerámica Mayor se clasifica como C3 y, por tanto, es un material con máxima eficiencia para prevenir los accidentes y caídas en piscinas, zonas húmedas y de alto tránsito.
Los pavimentos antideslizantes son fáciles de limpiar y mantener gracias a su baja porosidad y su superficie uniforme.
Esto reduce la acumulación de suciedad y garantiza que conserven su efectividad a lo largo del tiempo, siendo resistente a las manchas y a los productos químicos.
El pavimento antideslizante puede colocarse en interiores y exteriores al ser altamente resistente al desgaste, pudiéndose utilizar en áreas de alto tránsito, es capaz de soportar cargas pesadas, resiste a la abrasión, a la humedad, gracias a su baja porosidad y absorción de agua, a los productos químicos, a las heladas, al fuego, a los choques térmicos y a los rayos UV, manteniendo su color intacto.
Además, el pavimento antideslizante de Cerámica Mayor está disponible en una amplia gama de colores y formatos que te permitirá desarrollar cualquier proyecto, siendo resistente también a los productos químicos y a la humedad gracias a su baja porosidad.
En lugares con alto tránsito de personas y equipaje, como aeropuertos y estaciones de tren o autobuses, los pavimentos antideslizantes mejoran la seguridad y evitan posibles caídas, además de facilitar el desplazamiento de las personas con movilidad reducida y asegurar la resistencia y larga vida del material.
La principal ventaja de los pavimentos antideslizantes es su capacidad para prevenir resbalones y caídas.
Esto los convierte en una opción ideal para piscinas, duchas, baños y áreas con alta afluencia de personas, como entradas de edificios, zonas de paso, rampas y espacios industriales.