Cuando decimos que una habitación infantil ha de ser práctica, eso significa que ha de ser práctica para tu hijo.
Para él, que es quien la va a usar a diario.
Por eso, el primer requisito que debe cumplir una habitación infantil es que se adapte al pequeño.
Que los espacios para guardar estén a su altura, que pueda abrir y cerrar muebles y cajones con facilidad, y que se suba a la cama sin ayuda.
Es importante elegir muebles y complementos resistentes, capaces de aguantar el trote diario.
Los niños son incombustibles y necesitan muebles que soporten su ritmo y actividad.
Opta por muebles robustos, que no se deterioren al primer golpe o arañazo, que sean fáciles de limpiar.
No tiene sentido escoger muebles bonitos pero muy delicados.
Piensa que tu hijo tiene que jugar, pintar, saltar, crecer, escribir…
Y cuando vayas a elegir los textiles para su habitación, tanto para las cortinas o estores como para la ropa de cama, apuesta por telas alegres, con texturas agradables y que se laven fácilmente.