Según la Comisión de Seguridad de Productos de Consumo de los Estados Unidos, mueren más niños de entre uno y cuatro años de edad por ahogamiento que por cualquier otra causa de muerte no intencional, y el ahogamiento puede ocurrir en sólo un par de pulgadas de agua. La supervisión constante de un adulto es la mejor forma de prevención contra los incidentes relacionados con el agua en el hogar. No hay un número mágico para cuando los niños pueden empezar a bañarse sin supervisión. Los niños varían tanto en comportamiento como en niveles de madurez, así que no hay manera de señalar una edad específica que funcione para todos. Por lo general, cuando los niños llegan a la edad de cinco o seis años, están listos para tener un poco más de independencia para bañarse. Pero eso no significa que puedan tomar un baño tranquilo en la tina sin ningún adulto cerca. En su lugar, un adulto debe estar cerca, y debe reportarse con frecuencia y mantener la puerta abierta. Este también puede ser un buen momento para que los niños pequeños cambien a las duchas, de modo que el agua no pueda acumularse. Toma tu tiempo para prepararte: Una vez que tu chiquitín entra en la bañera, un adulto necesita quedarse en el baño durante todo el tiempo que se bañe, sin importar lo demás. Haz un inventario de los suministros que necesitas de antemano y asegúrate de que puedes alcanzar todo sin moverte. Mantente concentrado: A muchos niños mayores les encanta pasar un poco de tiempo chapoteando en la bañera, por lo que puede ser tentador relajarse un poco durante esta fase del baño, pero es importante que te mantengas 100% concentrada en tu hijo hasta que lo saques de la bañera y drenas toda el agua. Mira más allá de la bañera: El baño puede ser un lugar tentador y peligroso para un niño pequeño, y no sólo la bañera o el botiquín pueden ser peligrosos. Mantén las manos pequeñas alejadas del grifo de agua caliente o de los toalleros son perfectos para colgarse. Asegúrate que los pies de tu chiquitín están secos, por lo que no hay resbalones ni deslizamientos en los pisos de baldosas, y siempre mantén la tapa del inodoro cerrada. Con un enfoque implacable en la supervisión, la hora del baño para tu hijo de casi tres años puede ser una experiencia segura y agradable.