La luz roja puede ser una herramienta efectiva para ayudar a los bebés a dormir mejor.
Basándose en los descubrimientos sobre los genes reloj que guían nuestro comportamiento de sueño, Axelrod destaca la importancia de controlar la exposición a la luz, tanto para los adultos como para los bebés.
La luz azul, que está presente en dispositivos electrónicos y bombillas convencionales, tiende a aumentar el estado de alerta al suprimir la producción de melatonina, la hormona del sueño.
En contraste, la luz roja no reprime la producción de melatonina, lo que la convierte en una opción ideal para promover el sueño.
Además, la luz roja puede ayudar a crear un ambiente tranquilo y relajante, preparando a los bebés para un sueño reparador.
Gracias a los avances en tecnología de iluminación, es posible incorporar fácilmente luces rojas en el hogar utilizando bombillos inteligentes y luces LED.
Esto permite a los padres ajustar el ambiente de la habitación del bebé para promover un sueño más tranquilo y reparador.
Sustituir las bombillas convencionales por bombillas rojas puede marcar una gran diferencia en la calidad del sueño de los bebés.
La mejor solución, en caso de no querer cambiar los bombillos, es usar luces inteligentes.
Estos dispositivos pueden ser controlados desde el celular para modificar su color y la intensidad del brillo.
De esta forma, en el día tenemos en la habitación la opción de luz azul o amarilla de siempre y en la noche lo cambiamos al modo rojo para empezar la etapa de descanso del bebé o niño.