La cultura es la manera en la que muchas personas con discapacidad intelectual y/o del desarrollo amplían su mundo.
Su práctica les ayuda a sentirse realizados, a expresar sus sentimientos y a entablar nuevas relaciones personales.
El trabajo creativo es el camino que muchas personas encuentran para ser ellos mismos.
Desde Plena inclusión Región de Murcia, la encargada del programa de Ocio y Actividades Culturales, Elisabeth Cano, recomienda cinco prácticas que, además de tener múltiples beneficios, fomentan la inclusión social.
La música es una herramienta que potencia el desarrollo sensorial, la creatividad y la motivación.
La música desbloquea miedos y mitiga la ansiedad.
Con la danza se potencian la expresión personal, la capacidad de comunicación, la socialización y la autoestima de las personas con discapacidad intelectual y/o del desarrollo que la practican.
El arte es un extraordinario vehículo de expresión, sobre todo para quienes encuentran limitaciones a la hora de comunicarse de forma hablada o escrita.
Meterse en la piel de otro, aunque sea por un rato, es una auténtica escuela de empatía.