Las barandillas más seguras superan los 120 centímetros.
Para que unas barandillas sean seguras, la CECU destaca que deben tener una altura superior a los 120 centímetros.
Ya que aquellas de barras verticales con una altura de entre 110 y 120 centímetros (cm) pueden ser escaladas por niños menores de seis años en menos de 30 segundos.
En cambio, según esta prueba, las que superaban el metro veinte, con cierto ángulo de inclinación, no pudieron ser alcanzadas por el 90% de los niños.
Además, hay que evitar la proximidad a la barandilla de objetos que puedan servir para que los niños se suban en ellos, tales como mesas, sillas, jardineras, maceteros o cualquier otro elemento decorativo.
Para ello, se aconseja que además de la altura, para que las barandillas sean más seguras, si están formadas por barrotes, éstos no deben tener una separación mayor de 10 o 12 cm.
Así se evitará que los niños introduzcan el cuerpo entre ellos o se asfixien.
Por otro lado, no hay que olvidar que las mallas de protección y las mosquiteras no sirven para impedir posibles caídas de los más pequeños.
Cuando se tienen pequeñas criaturas dando sus primeros pasos por una casa con escaleras, lo primero que hay que hacer para conseguir que las escaleras y las barandillas sean más seguras para los niños es instalar barreras de seguridad en la entrada de las escaleras.
Algunas de las barreras de seguridad para las escaleras se atornillan al marco de la puerta, o a los lados del pasillo.
Mientras que otras pueden sujetarse con abrazaderas.
Otras diferencias que encontramos en las barreras para lograr escaleras y barandillas más seguras es la apertura de éstas.
Por un lado encontramos barreras que se abren como si fuesen una puerta normal, y otras fabricadas con vidrio de políamida que se enrollan y ahorran espacio.