¿Qué es el blanco frío?

La temperatura es la medida que sirve para diferenciar el grado de calidez o frialdad que es emitida por una fuente luminosa. La densidad de LED determina la potencia de luz y su calidad. La cantidad de LED que dispone cada lámpara determina la intensidad de la iluminación. Se pueden diferenciar tres tonos de blanco como son: ·LED Blanco cálido ·Blanco frío ·Blanco neutro Si la temperatura es más baja el tono del blanco es más cálido, por lo tanto obtiene un tono que puede tirar a amarillo, rojo y naranja. Este color se encuentra en la mayoría de ambientes como son en calles, hogares, carreteras, o en lugares públicos. Este tono de blanco cálido es ideal para decorar restaurantes, recepciones, tiendas ya que es un color más bien relajante. En el tono blanco frío se recomienda para dar una gran iluminación en espacios en los cuales se desea tener una mayor visibilidad y nitidez. Este tono frío tira por el color azul, verde y morado. Dependiendo de la iluminación del entorno en el cual se desea poner una fuente de luz de color blanca se debe elegir entre un blanco cálido o bien un blanco frío ya que ópticamente los blancos pueden dar la sensación de tener un tono de un color diferente. Otra variedad disponible en lámparas de color blanco son en blanco alta intensidad. El color es el mismo que en el color led blanco frío pero con una intensidad mayor. El consumo de este tipo de lámpara de alta intensidad también es inferior al de las bombillas incandescentes. Este tipo de luz se recomienda para usar en zonas, lugares, espacios o cualquier sitio del cual se quiera destacar por encima del resto de la iluminación. Por lo tanto dependiendo del acabado que se quiere obtener se puede elegir entre una variedad de blanco que hará que cada espacio decorado sea diferente y con un acabado especial dependiendo del momento y lugar.

La temperatura de color se mide en “Grados Kelvin” (K). El color va variando conforme aumenta la temperatura, desde el tono rojo sin brillo, pasando por el naranja, el amarillo, el blanco, el blanco azulado, hasta llegar finalmente el azul. Para los colores de luz blancos existe adicionalmente una subdivisión en tres grupos principales: Blanco cálido: temperaturas de color por debajo de 4.500 K. Es el tono más acogedor, ideal para la iluminación en viviendas, salas y portales. Blanco neutro (nw): entre 4.500 y 5.500 K. Es ideal en zonas donde queremos dar mayor sensación de iluminación, como por ejemplo cocinas o baños. Blanco frío: por encima de 5.500 K. Por los altos niveles de iluminación resulta la solución más apropiada en comercios y escaparates donde predominen colores vivos (blancos, azules, violetas...).

La temperatura de color es una forma de describir la apariencia de la luz que proporciona una fuente lumínica. Ya sea una bombilla, luminaria o un led. Por cierto, el término «temperatura» no tiene nada que ver con como de caliente se siente una bombilla al tacto. Se mide en grados Kelvin (K) en una escala de 1000ºK a 10.000ºK. Por lo general las temperaturas kelvin para aplicaciones de iluminación comercial y residencial van de 2oooºK a 6500ºK. La temperatura de color nos permite saber cual será el aspecto de la luz producida. ¿Por qué es importante la temperatura de color? Durante la fase de planificación de los proyectos de iluminación o simplemente cuando desee comprar una bombilla nueva, es importante tener en cuenta la temperatura del color. Elegir el tono correcto ayudará a influir en la atmósfera de un entorno.