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¿Cómo hacer que una puerta sea accesible para personas discapacitadas?

Leire Barrios
Leire Barrios
2025-06-12 02:45:09
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Cuando hablamos de puertas accesibles nos estamos refiriendo a puertas que permiten sin problema la entrada de personas con movilidad reducida. La legislación actual al respecto afirma que el ancho mínimo ha de ser de 80 centímetros. Se recomienda que sea por lo menos de 100 cm. En cuanto a los mecanismos de apertura, tienen que estar ubicados a una altura de entre 0,80 y 1,20 metros, además de poder ser maniobrables con una sola mano o, mejor aún, automáticos.
Nayara Romero
Nayara Romero
2025-06-12 01:34:53
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La clave de este diseño de producto está en las medidas como la anchura, la disposición y el material de los accesos. Gracias este tipo de puerta, los discapacitados no deben realizar ninguna acción por la que deban detener su paso para cruzar el umbral. Gracias a sus sensores de aproximación, el tránsito de las personas será fluido y sin necesidad de parar para empujar la manilla. Con este producto el usuario con capacidades o habilidades diferentes no tendrá impedimento alguno para acceder a un edificio o salir de él. Su sistema de detección hace que cuando nota movimiento, la puerta se abre automáticamente. La anchura y las dimensiones de las hojas se puede adaptar, siguiendo la normativa, a las necesidades del edificio o el arquitecto que desarrolle el proyecto. Es preciso realizar una buena elección que aporte las mejores medidas de seguridad y la más óptima atención al cliente antes, durante y después del proceso de venta.
José Antonio Zamudio
José Antonio Zamudio
2025-06-12 00:41:08
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El ángulo de apertura de la puerta en cuestión será como mínimo de 90º. Para esto, es importante cómo colocar en el suelo los topes de la puerta y no reducir este ángulo. El ancho de paso libre debe ser mínimo de 80 cm, siendo 100 cm lo recomendable. Las puertas deben llevar en la parte inferior un zócalo metálico (40 cm aprox.) para evitar posibles roturas con el roce de sillas de ruedas u otros elementos de ayuda. En cuanto a la altura libre del hueco de la puerta, deberá tener como mínimo 220 cm. El picaporte debe estar a una altura entre 80 y 100 cm para la comodidad de las personas, y ser ergonómico. La finalidad es poder usarse tanto con una sola mano o con otro parte del cuerpo, por lo que habrá que evitar pomos giratorios. En cuanto a pestillos y cadenas, debido a su dificultad, se recomienda otro dispositivo más manejable, y que cuente con un sistema de desbloqueo desde el exterior. Si hablamos de puertas de vidrio, deben estar correctamente señalizadas con bandas de vinilo o similar, colocadas a una altura entre 60 y 120 cm, siendo recomendable una segunda banda a una altura inferior para ser vista por personas de menor altura, como el caso de los niños. Importante recordar que se debe evitar el uso de puertas excesivamente pesadas, o bien acomodarlas con mecanismos de apertura automática. En cuanto a puertas correderas con cierre automático, tendrán que estar equipadas con sistemas de apertura automáticos en casos de aprisionamiento. Los mecanismo de detección que tienen estas puertas automáticas deben cubrir todas las zonas, para poder detectar a todo tipo de personas, como niños, usuarios en silla de ruedas o personas con baja altura. Automatizar una puerta de portal con un muelle eléctrico, operador, mecanismo para apertura de puerta o motor batiente ayuda a eliminar las barreras arquitectónicas en el portal, además de mejorar el control de acceso.
Sonia Rael
Sonia Rael
2025-06-12 00:25:57
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Para comenzar, es crucial medir la fuerza necesaria para abrir una puerta. Las puertas interiores no deben requerir más de 5 libras de fuerza para su apertura, excluyendo la inercia inicial de una puerta estática. En cuanto a las puertas exteriores, aunque la ADA no especifica una fuerza, se recomienda que sea lo mínimo posible, generalmente entre 8.5 y 10 libras. La velocidad con la que una puerta se cierra no debe ser menor de cinco segundos en su trayectoria de 90 a 12 grados desde la posición del pestillo. Antes de ajustar o reemplazar un cierrapuertas, es vital revisar si hay deformaciones en la puerta o el marco, selladores climáticos sueltos, o bisagras que requieran mantenimiento. Para cumplir con la fuerza máxima requerida, se pueden realizar ajustes en la velocidad de oscilación y la tensión del resorte. El ajuste del soporte del brazo del cierrapuertas también es fundamental: mover el brazo ajustable hacia el lado de la bisagra de la puerta aumenta la potencia, mientras que moverlo hacia el lado de la cerradura la reduce. Ajustar una puerta para que sea accesible es un paso importante hacia la inclusión. Es un proceso que requiere precisión y atención a las normativas de la ADA. Al hacerlo, no solo cumplimos con la ley, sino que abrimos la puerta a la igualdad de acceso para todos. Invitamos a propietarios de edificios, gerentes de instalaciones y a la comunidad en general a tomar acción y promover espacios accesibles, siguiendo estas recomendaciones para garantizar que cada entrada sea una bienvenida a la inclusión.