El niño es el protagonista de esa habitación, su usuario principal.
Por tanto, debe estar hecha de manera que todo esté a su alcance.
No puedes poner una cama a la que no pueda subir él solo, ni un armario tan alto al que solo puede acceder a los primeros cajones.
Todos los muebles deben estar a su altura, para que sea el niño el que pueda alcanzar todo aquello que quiera y utilizarlo a su antojo.
De esta forma fomentarás su independencia y no dependerá de nadie.
Puedes poner la cama a ras de suelo, utilizar sillas y mesas pequeñas, cajoneras bajitas y colgar las estanterías, donde están sus juguetes o libros, a una altura que el niño los pueda alcanzar.
Para este proyecto de Livitum se ha apostado por una cama estilo tipi, una mesa infantil redonda y baúles y librerías bajas a la altura del niño.
La decoración y los juguetes deben incentivar su imaginación.
No abarrotes la habitación de cosas innecesarias, ni de muchos juguetes.
Se busca un espacio tranquilo y relajado en el que el niño desarrolle sus actividades en total libertad y sin impedimentos.
Que no encuentre obstáculos para poder jugar como él quiera.