La respuesta está en los principales beneficios que puedes obtener:
Reducir el consumo y ahorrar dinero
Mejorar la eficiencia energética de la vivienda
Mejorar la salud y el estilo de vida
Obtener más serenidad y buen humor
Transformar el hogar y sus entornos
Crear un vínculo entre el exterior y el interior y ampliar la relación con la naturaleza
Aumentar el valor de la casa.
La luz que entra en tu casa ayuda a tu reloj biológico a estar sincronizado con el paso de las horas:
dormirás mejor y tendrás más energía durante el día, recursos esenciales para mantenerte sano y seguir un estilo de vida saludable.
La luz natural estimula al cerebro a producir serotonina, la hormona del bienestar, un antidepresivo natural que también favorece la concentración y la productividad.
La vitamina D que obtenemos del sol también previene y reduce el estrés y la ansiedad.
La combinación de varias ventanas aumenta la luz y favorece el vínculo beneficioso y vital entre el exterior y el interior, permitiendo además que la mirada recorra el horizonte y la naturaleza circundante.
Las casas luminosas son más atractivas, imaginar que se vive en ellas es más fácil y el resultado es que siempre encabezan la lista de las más deseadas y luego compradas.
Añadir nuevas ventanas o sustituir las viejas y deterioradas para iluminar mejor las habitaciones es una inversión que debe considerarse para aumentar el valor de la casa y que se amortizará cuando se venda.
Disponer bien los muebles para que no tapen la luz
Utiliza colores suaves para reflejar la luz en las paredes y suelos
Elegir muebles y accesorios de colores claros: algunos pueden ser incluso de materiales que reflejen la luz, como la madera lacada
Elige el color blanco para el interior de los marcos de las ventanas y las superficies acristaladas de las puertas y los tabiques
Utilizar cortinas traslúcidas para que se filtre la luz
Utilizar espejos para reflejar y amplificar la luz
Hacer espacio en el hogar: un entorno más minimalista parece inmediatamente más luminoso.