La puerta de entrada es el foco de todas las miradas, pero para que realmente cumpla bien su función debe ser un fuerte que nos proteja.
Uno de los modelos de puertas más seguros son las denominadas acorazadas, cuyo elemento principal es el acero.
A pesar de que su precio es elevado, el nivel de seguridad que ofrecen no tiene competencia.
Las puertas blindadas también son una buena opción cuando buscamos proteger nuestra casa del exterior.
Están fabricadas con chapa de acero y conviene elegir una que tenga bastante grosor.
En caso de no disponer de suficiente presupuesto, se puede optar por puertas de PVC o metálicas que tienen un precio inferior.
No obstante, si estos tipos son la decisión final, conviene reforzarlas con acero para incrementar el grado de seguridad.
Aunque las puertas de madera sean una de las opciones preferidas, conviene elegir un tipo que sea lo suficientemente resistente, no sólo a los efectos del tiempo sino también como barrera hacia el espacio interior.
Lo más habitual es que tanto el color como la estética de la puerta de entrada esté en consonancia con el estilo de la casa.
Entre los colores más comunes de este tipo de puertas se encuentran el blanco o los tonos similares a la madera.
El diseño se puede completar con diferentes ornamentos, tiradores o líneas que aportarán personalidad al acabado exterior.