Cerca de ventanas puede facilitar la piratería de audio y comprometer sistemas de seguridad vinculados al dispositivo. Ubicar Alexa cerca de una ventana puede ser una invitación para los hackers por los siguientes motivos: Los atacantes pueden aprovechar la piratería de audio para emitir comandos desde el exterior sin que el usuario lo note. Si Alexa está vinculada a cerraduras inteligentes, luces o sistemas de seguridad, un delincuente podría desbloquear la puerta o desactivar alarmas con solo un comando de voz. Al estar visible desde la calle, los ladrones pueden identificar la presencia del dispositivo y verlo como un objetivo atractivo para robarlo junto con otros dispositivos inteligentes.
Junto al televisor puede activarse accidentalmente por comandos de anuncios o programas de televisión. Alexa siempre está en modo de escucha, esperando detectar su palabra de activación. Colocarla cerca del televisor puede provocar activaciones accidentales y acciones inesperadas. Los anuncios publicitarios o programas de televisión pueden decir frases como “Alexa, reproduce música” o “Alexa, compra esto”, lo que puede generar órdenes no intencionadas.
En el dormitorio es uno de los lugares más riesgosos para colocar a Alexa, ya que puede captar conversaciones privadas sin que el usuario lo note. En 2019, se reveló que empleados de Amazon escuchaban fragmentos de conversaciones privadas para mejorar el reconocimiento de voz. Se reportaron casos en los que captaron a una mujer cantando en la ducha o datos bancarios leídos en voz alta. Alexa sigue grabando unos segundos después de activarse, lo que significa que podría almacenar información personal sin intención.
En el baño no solo representa un riesgo de privacidad, sino también un problema sanitario. Un análisis de microbios en teléfonos móviles reveló que las pantallas pueden contener estreptococos fecales, bacterias presentes en las heces. Al jalar la cadena sin cerrar la tapa, las bacterias pueden viajar hasta 1,5 metros en cuestión de segundos, contaminando cualquier objeto cercano, incluido Alexa. La condensación del agua caliente y la humedad del baño pueden afectar los circuitos internos del dispositivo y reducir su vida útil.
Oficinas o espacios de trabajo si manejas datos importantes en casa, colocar Alexa en una oficina puede comprometer la seguridad de la información. Alexa podría captar conversaciones laborales sensibles, como contraseñas, datos bancarios o información de clientes. En un ambiente de trabajo, el dispositivo puede interpretar mal ciertas palabras y activarse sin intención.
Zonas de alto tránsito ubicar Alexa en pasillos o áreas con muchas voces y ruido puede hacer que el dispositivo se active por error. Al escuchar múltiples conversaciones, Alexa podría ejecutar acciones sin que nadie lo haya solicitado. En un ambiente ruidoso, Alexa podría tener problemas para reconocer quién está hablando, reduciendo su precisión.