Las baldosas o superficies podotáctiles se denominan así y en ciudades como Bogotá, de acuerdo con el Instituto de Desarrollo Urbano -IDU ya suman más de 5 millones de metros cuadrados.
Existen dos tipos de baldosas podotáctiles: las piezas de franjas rectangulares en la superficie indican la dirección, en la cual se puede caminar sin peligro, mientras que las de módulos circulares advierten cuando se acerca un cambio en el recorrido.
Las baldosas podotáctiles no son elementos decorativos en las vías y no están pensados para que los ciudadanos no se resbalen en el pavimento cuando llueve.
Las superficies podotáctiles se crearon hace más de 50 años por el japonés Seiichi Miyake y se colocan en el espacio público para advertir a la población con discapacidad de un posible riesgo en la vía.
La invitación del INCI a los colombianos en general es a que identifiquen estos sistemas, no los obstaculicen y se sensibilicen cuando un ciego vaya caminando y quizás se encuentre con una alcantarilla sin tapa, un árbol o un montículo de escombros.
Desde el INCI se recomendaciones para proteger estas señales en el espacio público que actualmente se encuentran en todo el mundo, como no obstaculice las baldosas podotáctiles con su vehículo o su bicicleta.
Los vendedores informales no se deben ubicar en esta zona, y no debe botar escombros o bolsas de basura en espacios con estas superficies.
Si observa una alcantarilla o una caja de servicios públicos sin tapa en los andenes podotáctiles, informe a la empresa encargada para que realicen la reparación correspondiente.
Si va en bicicleta y observa a una persona con bastón o perro guía que se moviliza a pie, disminuya la velocidad y evite pasarse de la ciclorruta a la pavimentación táctil.
Según la Convención Internacional de los Derechos de las Personas con Discapacidad de las Naciones Unidas, los países deben tener en cuenta los parámetros de diseño universal, porque de no contar con productos, entornos, programas y servicios que puedan utilizar todas las personas, en la mayor medida posible, sin necesidad de adaptación ni diseño especializado, serán aquellos con discapacidad quienes vivan la discriminación más que cualquier otro ciudadano.