Los andadores para bebés son un clásico que muchos padres y madres utilizan con sus bebés para que comiencen a coger equilibrio y caminar, pero además de no ser útiles para ello, son peligrosos.
Incrementa el riesgo de lesiones Utilizar andador supone más peligros que beneficios para el bebé.
El riesgo de caídas es alto debido a las ruedas y al poco control sobre el espacio y la fuerza por parte de los pequeños.
Según los datos de la Asociación Española de Pediatría, su utilización cuadriplica el riesgo de caerse por las escaleras.
Pueden propiciar golpes de Consideración en la cabeza, e incluso fracturas en brazos o piernas.
Gracias a él tienen a su alcance objetos domésticos peligrosos, como el horno, picos de muebles o estufas, enchufes, entre otros.
En Canadá son la causa más habitual de lesiones en la cabeza en niños pequeños, y por seguridad, están prohibidos desde 2004.
La Academia Americana de Pediatría está forzando su prohibición en Estados Unidos tras los resultados de un estudio en el que se analizó la evolución de las lesiones en niños menores de 15 meses.
Los resultados revelaron que más de 230.000 niños habían sido tratados por lesiones relacionadas con el uso de estos sistemas.
Estas cifras descendieron desde 2010, cuando se endurecieron los estándares de seguridad para su comercialización.
Por su parte, la Academia Americana de Pediatría está forzando su prohibición en Estados Unidos tras los resultados de un estudio en el que se analizó la evolución de las lesiones en niños menores de 15 meses entre 1990 y el 2014.