¿Cómo evitar que una puerta haga ruido al cerrarse?

Si lo único que buscamos es eliminar el golpe final al cerrar, podemos colocar entre otras cosas: Un burlete en el marco, debemos tener en cuenta que el burlete tiene un grosor y reducirá el espacio que queda entre marco y puerta. Unos amortiguadores, frena la puerta al final del recorrido y termina cerrando suavemente. Un cierrapuertas automático. Una cerradura con resbalón silencioso. Para evitar el golpe en sentido de cierre de puertas, podemos colocar: Los topes indicados anteriormente, pero con una pieza, para agarrar la puerta y mantenerla fija en la posición de máxima apertura. Colocar la tradicional cuña, que se inserta debajo de la puerta e impiden el movimiento, actualmente hay modelos de diseño actual. Unos retenedores, son unas piezas acolchadas que se instalan en las bisagras o en el lado contrario de la puerta para evitar que la puerta se cierre por completo.

Para acabar con el sonido al cerrar la puerta, es importante entender que el chirrido se produce por el roce de los metales de la bisagra, especialmente cuando se acumula polvo y suciedad en las bisagras de nuestras puertas. Utiliza cualquier aceite que sea de uso específico para metales, ya que esto no solo engrasa y acaba con el chirrido, sino que además ayuda a evitar el óxido de ese metal. Ha quedado comprobado que la gran mayoría de veces que se utilizan aceites caseros para el engrase de metales, se crea una pasta que impide el correcto funcionamiento de las piezas. Al mismo tiempo, se ha visto relacionado en algunos casos el aceleramiento del desgaste de los herrajes con el uso de aceites no adaptados para engrasar metales. Algunos aceites que se pueden utilizar son el spray lubricante multiusos WD40 o el aceite multiusos 3-EN-UNO, que se pueden encontrar en ferreterías o tiendas online. Además, recordad que en cualquier ferretería cerca de vuestra vivienda o negocio encontraréis este tipo de aceite, así apoyamos al comercio local.

Para evitar que una puerta chirríe al cerrar, existen algunos trucos de mantenimiento básico que puedes seguir. Limpia y lubrica las bisagras de la puerta. Las bisagras son las piezas de metal que permiten que la puerta se abra y cierre. Si están sucias o oxidadas, pueden hacer que la puerta chirríe al moverse. Puedes usar un paño húmedo para limpiarlas y luego aplicar aceite de linaza o aceite de coco para lubricarlas. Ajusta las bisagras. Si las bisagras están flojas o desalineadas, también pueden hacer que la puerta chirríe al cerrar. Puedes usar una llave inglesa o un destornillador para ajustar los tornillos de fijación de las bisagras. Reemplazar las bisagras. Si estas piezas de metal que abren y cierran puertas están muy dañadas o oxidadas, puede que sea el momento idóneo para reemplazarlas. Usa protectores para las bisagras. Los protectores de bisagras son pequeñas piezas de plástico o goma que se colocan en el borde de la puerta y protegen las bisagras del polvo y la suciedad. Al proteger las bisagras, puedes ayudar a evitar que la puerta chirríe al cerrar.