Las puertas de los muebles de cocina con molduras y tiradores de aspecto rústico o antiguo.
Armarios y muebles artesanales de madera maciza hechos por ebanistas.
Cestos de fibras naturales, cajas de madera ovaladas.
Percheros y colgadores de madera a menos de un metro del suelo para colgar utensilios y apoyar cuadros.
Los muebles del estilo shaker eran sencillos, funcionales, duraderos, sin apenas adornos y con un excelente acabado.
Sus mecedoras se convirtieron en un clásico del mobiliario.
Armarios de cocina, un clásico, frentes de puertas de cinco piezas: un panel central y cuatro montantes para dar resistencia.
La marca deVOL Kitchens cuentan con muchos en su catálogo.
Muebles, mecedoras y sillas sólidas con respaldo muy alto, mesas de patas cuadradas y armarios robustos.
Las sillas contaban con un elemento inferior gracias al cual se fijaban al suelo.
Camas, al igual que el resto del mobiliario más pesado, llevaban ruedas para poder moverlas y facilitar así la limpieza.
Contraventanas, en el interior, sustituyen a las cortinas para poder filtrar con facilidad la entrada de luz.
Madera, las más usadas: cerezo, pino, nogal y arce, la preferida, la de roble por sus vetas, también el rojizo sapeli.
Colores, blanco, tostado, gris, verde y azul, puertas amarillas, madera encerada o con tintes vegetales.
Las de Magnolia Home by Joanna Gaines son una opción.
Percheros, largos y de madera, sirven para colgar todo tipo de objetos, los shakers colgaban incluso las sillas.
Orden, con muchas opciones de almacenamiento: mesas con cajones, cómodas y armarios de pared a pared.
Cajas, redondas u ovaladas, son uno de sus iconos, se disponían de mayor a menor simbolizando una escalera hacia el cielo.
Minimalismo, ambientes despejados de elementos decorativos que no tengan una funcionalidad clara.