Los muebles del estilo shaker eran sencillos, funcionales, duraderos, sin apenas adornos y con un excelente acabado.
Entre las piezas básicas que crearon se hallan mecedoras con respaldo de escalera, cajas de madera ovaladas y armarios de cocinas rústicas que hoy influyen en los diseños de muchas marcas conocidas.
Su máxima era pensar primero en la función de la pieza o mueble y luego realizar el diseño más útil para crear orden y simplicidad, sin elementos decorativos innecesarios.
Sencillez, simetría, una paleta simple de colores, ropa de cama blanca, muebles de líneas limpias, amor por la madera maciza bien trabajada, y un especial interés por la forma y la proporción.
Armarios y muebles artesanales de madera maciza hechos por ebanistas.
Mecedoras y sillas sólidas con respaldo muy alto, mesas de patas cuadradas y armarios robustos.
Las sillas contaban con un elemento inferior gracias al cual se fijaban al suelo.
Madera, las más usadas: cerezo, pino, nogal y arce.
La preferida, la de roble por sus vetas.
También el rojizo sapeli.
Colores, blanco, tostado, gris, verde y azul.
Puertas amarillas.
Madera encerada o con tintes vegetales.
Percheros, largos y de madera, sirven para colgar todo tipo de objetos.
Los shakers colgaban incluso las sillas.
Cajas, redondas u ovaladas, son uno de sus iconos.
Se disponían de mayor a menor simbolizando una escalera hacia el cielo.
Minimalismo, ambientes despejados de elementos decorativos que no tengan una funcionalidad clara.