Algunas recomendaciones para las familias:
Cambio de hábitos.
Iniciar dos semanas antes del ingreso al centro educativo, un cambio en las rutinas, especialmente en lo relativo a las horas de sueño.
Niños y niñas deben comenzar a acostarse más temprano para así levantarse más temprano y, con ello, comenzar a familiarizarse con el horario estipulado para el ingreso a clases.
Visita al centro educativo.
Es importante que previo al ingreso a la sala cuna, jardín infantil o escuela, las niñas y niños conozcan el espacio, el trayecto y los adultos que los acompañaran durante el año.
Se sugiere realizar una visita previa al centro educativo para que los párvulos comiencen a vincularse con este nuevo lugar y con todo lo que implica este nuevo desafío.
Ir de compras u ordenar sus pertenencias para el primer día.
Esta idea genera interés y autonomía en niñas y niños y les permite vincularse desde sus intereses con la rutina del jardín infantil y la escuela.
Incorporar calendarios a su rutina.
Para niñas y niños el ingreso al centro educativo genera ansiedad y angustia.
Por ello, anticiparles lo que vendrá les generará tranquilidad y confianza.
Conocer los horarios y días, les permitirá organizarse y monitorear cada uno de los acontecimientos.
Comprensión y escucha activa.
El período de adaptación, en muchas ocasiones es complejo para las niñas y niños, por lo que necesitan de la contención del adulto y de una escucha activa y cariñosa.
Es importante favorecer la comunicación a partir de preguntas simples, dejarlos expresarse, sin tensionarlos, preguntándoles qué han hecho durante el día, cómo se llaman sus compañeros, qué materiales les gustan, a qué juegan y con quién, entre otros.