El braille es un código imprescindible para las personas con discapacidad visual, porque lo necesitamos como herramienta para comunicarnos a través del lenguaje escrito.
La experiencia personal, la capacidad de procesamiento interno que proporciona la lectura directa de algo sin que medie un interlocutor, ya sea real o digital, no es sustituible por ninguna otra experiencia.
La alfabetización, así, requiere del aprendizaje de un código escrito, pero también de todo un sistema de experiencias, símbolos y normas, que en el caso de las personas con ceguera, es el sistema braille.
Cuando inició el auge de las nuevas tecnologías, se tenía la creencia que el braille iba a desaparecer, ya que las personas jóvenes con discapacidad visual estaban perdiendo el interés de aprenderlo, pues ellos decían que los lectores de pantalla para computadores y celulares habían resuelto el problema.
Es por eso que se tiene a disposición de los usuarios las máquinas Perkins, que son máquinas de escribir pero en sistema braille, las impresoras braille, los anotadores braille tales como braille lite, el PAC Mate portable, diferentes líneas braille.
También el braille se está desarrollando en el uso de aplicaciones que simulan un teclado similar al de las máquinas Perkins y otros anotadores, para que, a través de la pantalla táctil, se pueda escribir en este sistema.
Igualmente, a los adultos que pierden la vista les resultará más atrayente la idea de afrontar el reto de aprenderlo.
En aras de seguir fomentando el braille y aplicarlo en la vida cotidiana, se quiere implementar el Proyecto de Ley 063 de 2018.
Es importante que este proyecto de ley se apruebe, pues así las personas con discapacidad visual vamos a tener no solo la garantía a un derecho, sino también la facilidad de buscar los productos que queremos comprar.