La iluminación Led puede sustituir cualquier otro tipo de iluminación convencional.
Puedes cambiar las bombillas incandescentes por bombillas Led y así comenzar a ahorra energía.
Especialmente, puedes cambiar a iluminación Led aquellas bombillas que están destinadas a aplicaciones donde se quedan encendidas ininterrumpídamente muchas horas al día.
El ahorro lo vas a notar.
Hay tres tipos de tonalidades:
Luz cálida o amarilla (2600?K – 3400?K).
Luz natural o neutra (3600?K-4500?K)
Luz fría o blanca (5500?K -6500?K).
La temperatura de color de una bombilla Led se refiere a la apariencia o tonalidad de la luz que emite una fuente luminosa.
A la hora de poner una bombilla en una habitación/estancia, tendremos que mirar qué tipo de luz queremos y qué efecto queremos provocar.
Aquí os dejamos unos consejos a seguir para instalar un tipo de luz u otro en tu hogar o negocio.
Las bombillas Led frías o blancas contienen menos fósforo y, por ello, su eficiencia es un poco mayor que las bombillas Led cálidas o amarillas.
Al ser poca la diferencia, es preferible ajustar el tipo de luz al ambiente que queremos crear, para una mayor comodidad y una sensación más acogedora a la situación.
Esto ocurre en una instalación eléctrica porque, al igual que en un interruptor, conmutada o conmutada con cruzamiento, en vez de cortar el hilo de la fase, se está cortando el neutro.
Por tanto, la instalación siempre queda conecta a la corriente.
Si se diese ese problema, esa instalación estaría incumpliendo la normativa que obliga a que los interruptores corten siempre la fase, cortando así la corriente.
En el caso que fuese una lámpara que se conecte a la red mediante un enchufe, lo que habría que hacer es desenchufar y volver a enchufar la clavija al revés de cómo estaba enchufado.