Las medidas más estandarizadas de una persona en silla de ruedas son 1,20 metros de largo y 0,80 m de ancho.
Estas son, por tanto, las dimensiones mínimas que vamos a necesitar en cualquier espacio para que un usuario en silla de ruedas pueda permanecer en él.
Anchura mínima de paso de 0,80 m en puertas.
Plazas reservadas para usuarios en sillas de ruedas de 0,80 m de ancho y 1,20 m de largo como mínimo.
Espacios de transferencia lateral en aparatos sanitarios accesibles de al menos 0,80 m de ancho.
Espacios de aproximación frontal a aparatos sanitarios accesibles de 1,20 m de longitud.
Para giros de 90º: espacio con diámetro de 1,20 m.
Para giros de 180º: espacio con diámetro de 1,50 m.
Espacio de giro de diámetro 1,20 m a cada lado de las puertas.
Espacio de giro de diámetro 1,50 m frente a ascensores accesibles, donde el usuario sale de espaldas en la mayor parte de los casos y debe poder hacer un giro completo.
Espacio de giro de diámetro 1,50 m en vestíbulos de entrada o portal, para que sea posible hacer un giro completo y volver a salir en caso necesario.
Espacio de giro de diámetro 1,50 m al final de pasillos de más de 10 m de longitud, para permitir el giro y evitar el desplazamiento marcha atrás en pasillos de gran longitud.
Espacio de giro de diámetro 1,50 m en aseos accesibles, donde va a ser necesario realizar maniobras más complejas que un giro de 90º.
Anchura mínima de 1,20 m en pasillos y rampas accesibles: esto permite el cruce entre una persona en silla de ruedas y una persona andando.
Longitud mínima de 1,50 m en mesetas de rampas accesibles para disponer de espacio suficiente para la silla de ruedas y el acompañante (situado en la parte de atrás de la silla).
Anchura mínima libre de 0,90 m en rampas.
Longitud de 1,20 m en mesetas de rampas.
Espacios de giro de diámetro mínimo 1,20 m en todos los casos.
Pasillos con anchura de 0,90 m en uso privado (donde no sea necesario realizar un giro).