El mejor aislante acústico que existe en la naturaleza es el corcho.
Una corteza vegetal repleta de celdas que poseen una enorme capacidad para absorber el ruido y que es tan ligera que resulta perfecta para cubrir muros, techos y suelos.
Además, puede recubrirse de cualquier otro aislante acústico para conseguir la máxima insonorización.
La fibra de poliéster es un material poroso capaz de mitigar el ruido que suele instalarse en paredes, tanto de viviendas, como de oficinas.
Por lo que si te estás preguntando cómo insonorizar una sala o cómo insonorizar un espacio de trabajo cualquiera, tienes que saber que una de las mejores formas es revistiendo las paredes con láminas de fibras de poliéster.
La espuma de melamina es un aislante acústico flexible y poco pesado, que aminora el ruido y mejora la acústica de cualquier sala y que, por su aspecto, puede dejarse perfectamente a la vista.
La multicapa es un aislante acústico de primer nivel que suele presentarse en forma de láminas de distintas anchuras y que a menudo se combina con otros materiales para conseguir una insonorización total.
Para saber cuál es el mejor para tu caso concreto, lo primero que debes hacer es conocer la potencia y la frecuencia del ruido que quieres eliminar.
Una vez sepas a qué te enfrentas, sabrás si necesitas un aislamiento acústico o si basta con un sistema de absorción del ruido.
Con todos esos datos en la mano sabrás si el aislamiento debe hacerse por dentro o por fuera del inmueble.
En el caso de que deba instalarse internamente, deberás escoger un material poco denso, esponjoso y penetrable.
Mientras que si debe aplicarse externamente, lo más seguro es que tengas que enfrentarte a una reforma para conseguir una insonorización total.
Si este es tu caso, quizás te interese aprovechar la obra para mejorar el aislamiento térmico de tu hogar.
Independientemente del tipo de material que necesites y de cómo deba colocarse, aunque puedas hacerlo tú mismo, te recomendamos que te pongas en manos de una empresa especializada en este tipo de trabajos para asegurarte de que se coloca perfectamente y de forma que te despidas de cualquier ruido para siempre.