Los sensores de movimiento, comúnmente conocidos como detectores PIR, funcionan detectando los cambios en los niveles de radiación infrarroja que emiten los cuerpos en movimiento.
Son ideales para áreas donde no se requiere una detección constante, como pasillos, baños o garajes.
No detectan presencia si no hay movimiento continuo, lo que puede resultar en apagado de luces aunque haya personas aún en la sala.
A diferencia de los sensores de movimiento, los sensores de presencia están diseñados para detectar la presencia humana de manera más continua y precisa, incluso si la persona está quieta o realizando movimientos mínimos.
Utilizan una combinación de tecnologías, como ultrasonido e infrarrojos, para garantizar que el espacio siga siendo monitorizado mientras haya alguien presente.
Son perfectos para espacios donde las personas permanecen por períodos prolongados, como oficinas o salas de estudio.
Sensor de Movimiento
Sensor de Presencia
Detección
Movimiento
Presencia continua
Ideal para
Áreas de paso
Áreas de estancia
Tecnología
Principalmente PIR
PIR, ultrasonido
Los sensores de movimiento son ideales para áreas de tránsito donde no se requiere una detección continua, mientras que los sensores de presencia son adecuados para áreas donde las personas permanecen por períodos prolongados sin movimiento considerable.
En el hogar: Instalar sensores de movimiento en garajes, pasillos o baños puede reducir el tiempo en que las luces están encendidas sin necesidad, disminuyendo la factura de electricidad.
Los sensores de presencia son más adecuados para instalar en habitaciones donde las personas pueden permanecer inmóviles durante largos períodos, como la sala de estar o un estudio, asegurando que las luces permanezcan encendidas mientras la habitación esté ocupada y se apaguen cuando todos salgan.
Al elegir el tipo de sensor más adecuado para cada espacio y necesidad, podemos maximizar los beneficios de esta tecnología y dar un paso adelante hacia un futuro más sostenible.