La accesibilidad digital es la práctica de diseñar y desarrollar sitios web, aplicaciones y tecnologías digitales de manera que todas las personas, incluidas aquellas con discapacidades, puedan usarlas. Hablamos de gente con dificultades visuales, auditivas, motoras o cognitivas. Un diseño accesible elimina barreras y, como veremos, acaba beneficiando a todos los usuarios. La accesibilidad sienta las bases para que la usabilidad pueda existir para todos. Para que una web sea accesible, su contenido debe ser Perceptible, Operable, Comprensible y Robusto. Un sitio web accesible incluye textos alternativos descriptivos en todas las imágenes informativas, alto contraste de color entre el texto y el fondo, formularios con etiquetas claras, subtítulos sincronizados en todos los contenidos de vídeo, la posibilidad de aumentar el tamaño del texto sin que la página se rompa, enlaces con textos descriptivos y toda la funcionalidad disponible mediante el teclado. La accesibilidad digital ya no es un extra o un nicho técnico, es un derecho fundamental, una obligación legal en muchos casos y una decisión de negocio inteligente. La estrategia de accesibilidad digital es fundamental para crear una web mejor para todos, una web que sea usable, fácil de navegar y que brinde una experiencia satisfactoria para todos los usuarios, sin importar sus habilidades o discapacidades.