Cambia de ubicación: A menudo, simplemente moverte a una ventana o a un espacio abierto puede mejorar la señal.
Las paredes gruesas, los techos, los edificios altos y otros obstáculos pueden interferir con la señal.
Evita interferencias electrónicas: Otros dispositivos electrónicos, como routers Wi-Fi, teléfonos inalámbricos y microondas, pueden interferir con la señal de tu móvil.
Intenta alejarte de estos dispositivos.
Activa y desactiva el modo avión: Enciende el modo avión durante unos segundos y luego desactívalo.
Esto puede obligar al teléfono a buscar y reconectar a la torre de señal más cercana.
Reinicia el teléfono: A veces, un simple reinicio puede ayudar a resolver problemas de conectividad.
Actualiza el software del teléfono: Asegúrate de que tu teléfono tenga la última actualización de software, ya que las actualizaciones pueden incluir mejoras de conectividad.
Verifica la cobertura de tu proveedor: Puede ser que estés en una zona con baja cobertura de tu proveedor.
Consulta los mapas de cobertura o considera cambiar a un proveedor con mejor cobertura en tu área si es un problema recurrente.
Utiliza un amplificador de señal o repetidor: Estos dispositivos captan la señal exterior, la amplifican y la retransmiten en el interior.
Son especialmente útiles en edificios o áreas rurales con mala señal.
Considera una antena externa: Algunos teléfonos permiten conectar antenas externas que pueden mejorar la señal.
Usa Wi-Fi para llamadas y datos: Si tienes una buena conexión Wi-Fi, pero mala señal de móvil, considera usar las llamadas por Wi-Fi.
Verifica la configuración de red: Asegúrate de que tu teléfono esté configurado para conectarse automáticamente a las redes disponibles.
También puedes probar cambiando manualmente el tipo de red para ver si eso mejora la señal.