¿Qué colores les agradan a los autistas?

La mayoría de las investigaciones indican que los colores azul y verde son los preferidos por las personas autistas. Estos colores no solo son atractivos para ellos, sino que también parecen facilitar su rendimiento en diversas actividades. El azul y el verde, al ser colores calmantes y menos intensos, probablemente requieren una menor carga sensorial, lo que facilita su procesamiento y permite una mejor concentración y desempeño en tareas cognitivas. El color amarillo es el menos escogido y menos atractivo para las personas autistas según las investigaciones. Este color parece requerir una mayor carga sensorial para ser procesado, lo que puede resultar en una mayor dificultad para las personas autistas. La alta intensidad y luminosidad del amarillo podrían ser factores que contribuyen a esta percepción, haciendo que sea menos adecuado para entornos de aprendizaje destinados a personas con autismo. Algunos estudios han encontrado que las personas autistas realizan mejor ciertas tareas cognitivas cuando estos implican elementos en sus colores favoritos. Específicamente, actividades que involucran letras, imágenes, materiales o juguetes en estos colores resultan más accesibles y motivadoras para ellos. La integración de colores específicos en el entorno de aprendizaje puede tener un impacto significativo en el rendimiento cognitivo de las personas autistas. Entender y aplicar estos principios no solo facilita el aprendizaje, sino que también crea un ambiente más inclusivo y adaptado a sus necesidades sensoriales.