La terapia de arte puede ser una forma efectiva de ayudar a los niños con un trastorno del espectro autista que tienen problemas sensoriales, ya que las personas con autismo suelen ser capaces de experimentar mejor los procesos de entrada sensorial, incluyendo las actividades no verbales.
Los niños con TEA pueden beneficiarse de los métodos de terapia de arte, especialmente para mejorar el contacto visual, la relación entre causa y efecto con las señales, las expresiones emocionales y las instrucciones contextuales.
Algunas de las capacidades de los niños con TEA son presentar sus conceptos abstractos y su memoria emocional a través de pinturas.
La terapia de arte puede ayudar a mejorar la comunicación y a desarrollar relaciones sociales.
La terapia de arte puede ayudar a estimular la parte difusa del cerebro y también ayudar a los niños con TEA a expresar conversaciones no verbales.
Por ejemplo, los niños con TEA pueden producir un cuadro o describir algo como una forma de comunicarse utilizando símbolos o iconos.
La terapia de arte también es buena para los niños con TEA porque a veces tienen dificultades para mantener la estabilidad emocional.
Por lo tanto, al dibujar o hacer una artesanía, puede entrenarlos para que expresen sus sentimientos a través del dibujo o actividades de dibujo como hacer collages y artesanías.
Esta terapia también se utiliza para entrenar su resistencia y paciencia en la resolución de una tarea de arte, además de ayudar a mejorar su expresión y sus sentimientos.
El uso de instrumentos musicales o las prácticas de canto de forma periódica y continua cada vez la terapia diferente.
Este método puede construir habilidades de comunicación y sensibilidad sensorial durante el proceso terapéutico.
Otro ejemplo que se relaciona con su sentido del tacto es el uso de "baba", arcilla, arena cinética y muchas otras formas de materiales de artesanía para ayudarles a explorar y mejorar el sistema nervioso.