Que hay que hacer pruebas con fuego real, prototipado, constante, y rápido, y barato. El objetivo es probar tus asunciones y tus propuestas, dejar que el usuario/cliente lo vaya validando, ver lo que funciona y lo que no y construir sobre ello.
Creo que es el camino correcto.
Pero también lo digo, creo que es un reto que merece la pena.
Que está centrado en el usuario, es él quien define el valor, es él quien tiene un problema que queremos resolver.
El sesgo hacia la acción, haz cosas, deja de dar vueltas a la cabeza en la comodidad de tu despacho, y echa la bola a rodar.
Las ideas son un espejismo, nos engañan haciéndonos pensar que estamos «haciendo algo».
Pero el mundo real solo cambia gracias a la acción.
Y es sucio, sí, y hay conflicto, sí, es mucho más difícil que ver los toros desde la barrera, pero sin eso, no hay nada.
Que tú no importas, porque lo que importa es el usuario/cliente, no es tu punto de vista el que hace una idea buena o mala.
No tienes que convencer a nadie de «tu idea», tienes que desprenderte de tu ego, estás ahí para entender al otro y para ofrecerle propuestas que él comprará o no.
Y eso no es bueno ni malo para ti, eres un simple facilitador del proceso.