El diseño inclusivo fue definido en 2005 como “el diseño de productos y /o servicios que sean accesibles y utilizables por tantas personas como sea razonablemente posible, sin la necesidad de una adaptación especial o diseño especializado”.
El diseño inclusivo consiste, así, en entender las necesidades de todos los usuarios sin dejar a nadie fuera de tal forma que cualquier persona pueda acceder a los materiales que con tanto cariño y esfuerzo preparamos.
Y es que vivimos en una sociedad diversa donde tienen cabida todo tipo de personas por lo que, si queremos diseñar una campaña que cale y tenga impacto, debemos pensar en que nos puede estar viendo por ejemplo una persona sorda y si producimos un vídeo que no tiene subtítulos o una ventana con un intérprete de lengua de signos, no nos va a poder entender.
Lo mismo puede ocurrir, por ejemplo, con una persona ciega que puede entender nuestras imágenes siempre y cuando pongamos el texto alternativo.
Por ello, tenemos que pensar que con nuestro trabajo podemos llegar a todo el mundo, por lo que es importante qué entendamos que cuando nos ponemos a diseñar una pieza no tenemos que pensar que si lo hacemos inclusivo puede perder frescura o atractivo.
Nada más lejos, una de las primeras cosas que debemos saber es que el diseño inclusivo no quiere decir que hagamos un diseño radicalmente distinto o que no esté acorde con las últimas tendencias.
De hecho, el diseño inclusivo tiene y debe seguir las “modas” marcadas pero teniendo en cuenta cuestiones de accesibilidad que harán que nuestra creación pueda realmente impactar en todo el mundo.
Quizás esto pueda parecer una utopía, pero es mucho más sencillo.
Para entender cuáles son estos criterios y cómo afrontarlos, en ILUNION hemos elaborado recientemente la Guía de marketing y comunicación inclusiva que tiene como objetivo llevar nuestro propósito de “Construir un mundo mejor con todos incluidos” al mundo del marketing y la comunicación, generando contenidos que respeten y conecten con la audiencia.
Pero, ¿cuáles son los principales criterios que tenemos que tener en cuenta si queremos que nuestros flyers, webs, informes, conceptos… sean inclusivos?
Simplicidad y organización: El diseño ha de ser sencillo visualmente y organizado, con un orden de lectura claro, esto no solo para que sea un diseño inclusivo si no para cualquier diseño es un mantra que debemos seguir.
Tipografía: Más allá de nuestro manual de marca, siempre que queramos ser más inclusivos deberíamos optar por una tipografía sencilla, limpia, de palo y muy legible, que permita una fácil lectura.
Color: Es algo fundamental a tener en cuenta para ser 100% inclusivos.
Cuando hablamos de color no nos referimos a si escogemos un verde o un azul, más allá de eso debemos tener en cuenta que hablamos del contraste de color que se refiere a la diferencia de tonalidad entre el color del elemento y el fondo.
Y es que esto afecta directamente a personas con discapacidades visuales o aquellos que tienen dificultades para distinguir algunos colores.