No es necesario abrir las ventanas de ninguna de las estancias hospitalarias, ya que los equipos de ventilación obtiene directamente del exterior el mismo aire que entraría por la ventana, pero con mucha más calidad, tras pasar por las diferentes etapas de filtración, según el uso de la zona.
Las renovaciones en cada sala, son siempre de aire fresco, libre de olores o contaminantes.
El sistema de ventilación toma el aire exterior, lo filtra, climatiza y lo envía a las distintas zonas hospitalarias, tanto áreas asistenciales como de trabajo de profesionales.
Este aire, una vez utilizado y por tanto parcialmente contaminado, es expulsado totalmente al exterior, sin volver a reutilizarse.
La frecuencia en la renovación total del aire depende del área concreta, pero por norma general se lleva a cabo de manera automática un mínimo de una vez cada 7-10 minutos, dependiendo de los metros cuadrados y del uso al que dicha área hospitalaria se destina.
Por ejemplo, en los quirófanos o en las habitaciones de pacientes aislados, el sistema completa la renovación de aire nuevo totalmente limpio y descontaminado cada tres minutos.
El director gerente del Clínico San Cecilio, Manuel Reyes, resalta la importancia de que, tanto usuarios, como trabajadores del centro, conozcan el funcionamiento de este sistema de ventilación “que emplea al 100% aire exterior, asegurando que los pacientes y profesionales estarán respirando un aire completamente limpio, sin olores, ni contaminantes”.