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¿Qué son los suelos arcillosos para niños?

Nayara Hidalgo
Nayara Hidalgo
2025-09-14 16:51:12
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El suelo juega un papel fundamental en el éxito de nuestra agricultura, ya que es de donde plantas obtienen los nutrientes necesarios para su crecimiento y desarrollo. Existen diferentes sistemas para la clasificación de los tipos de suelos según diversas variables. En nuestra clasificación, vamos a hablar de 6 tipos de suelos diferentes: Suelos Arcillosos Los suelos arcillosos coloquialmente son denominados como se le puede fuertes, pesados o ardientes. Suelen ser suelos fértiles donde la capacidad de retención de nutrientes es alta, por lo que responden bien a la nutrición externa y evitan que se laven fácilmente los nutrientes aportados. Suelos Calizos o Albarizas El origen de este tipo de suelos es la meteorización de la roca caliza que genera alta presencia de esta y que le otorga el color blanquecino a la tierra. Sus características son prácticamente las mismas que en los suelos arcillosos. Suelos Limosos Este tipo de suelos suelen ser amarillos anaranjados y tienen el problema de presentar una alta capacidad para la compactación, lo que se traduce en baja capacidad de infiltración de agua y mala aireación para el sistema radicular de las plantas. Suelos Arenosos Los suelos arenosos cuando tienen una cierta humedad se labran con facilidad y tienen una alta capacidad de drenaje, lo que hace que el suelo se seque muy rápido. Suelos Francos También son conocidos como suelos frescos, estando a medio camino entre el arcilloso y arenoso. Suelos Salinos Por último, los suelos salinos como su nombre indica tienen una alta presencia de sales, independientemente del tipo de textura que tenga el suelo. Cuando se suma un suelo arcilloso con un suelo salino la capacidad productiva del suelo disminuye mucho. El principal problema que presenta es la dificultad severa para la absorción del agua por parte de la planta. La principal adaptación que tienen estas plantas es que necesitan invertir energía en coger el agua del suelo, lo que deriva en pérdidas de energía para la producción agrícola o ganadera.